Esos amigos tiquismiquis que siempre advierten sobre los gérmenes que podemos encontrar en los cuencos con frutos secos o patatas fritas que nos ponen en los bares se sentirán orgullosos de su discurso después de leer la siguiente historia. Nos la presenta Soy Camarero, pero no es ahora una oferta laboral abusiva ni una reseña fraudulenta para fastidiar, sino una queja que, al menos en apariencia, está hecha con todas las de la ley.

Los clientes de un bar se han enfadado lo suficiente como para escribir una crítica pública después de haber estado comiendo las patatas fritas en el bol que destinan a ponerle agua o alimento a los perros. Con tan solo una estrella en Google y una foto acompañando para atestiguar el momento, comienzan su comentario con una descripción contundente: "Higiene pésima", para explicar lo sucedido a continuación.

"Nos pusieron unas patatas con las cervezas en un cuenco que es donde ponen agua a los perros para que beban", afirman, añadiendo que "si os preguntáis por qué lo sabemos, observad la imagen". Afirman que a la camarera "se le puso cara de póker cuando se lo preguntamos" y, por si no hubiese quedado ya bastante claro con lo dicho, reiteran que "no volveremos". En su fotografía, tal y como decían, se puede ver pintado a rotulador esa advertencia que alguien no debió de ver a tiempo:

Con un alcance cercano a las 160.000 reproducciones, la reseña se ha hecho muy popular en Twitter, provocando reacciones muy diversas. Por un lado, obviamente, se ha censurado el despiste de la persona que les sirvió en el cuenco del perro, pero también han destacado que ya se habían comido bastantes patatas. Además, creen algunos tuiteros que el recipiente seguro que estaba limpio y que no hay que ser tan "tiquismiquis":

Sin duda, no es lo mismo verlo en Twitter que al lado de tu consumición en un bar.

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