El Ayuntamiento de Madrid ha desplegado nueve grúas este jueves en puntos conflictivos para tratar de solucionar los atascos que se suceden en la capital. El regidor madrileño, José Luis Martínez-Almeida, ha anunciado la medida esta semana a la vez que ha pedido "disculpas" por el "monumental atasco" que se ha producido en la ciudad este martes, renunciando a tratar de fomentar el uso del transporte público u aplicar otros métodos que reduzcan el volumen de vehículos privados.

Varios accidentes de tráfico y un autobús averiado han estado detrás del colapso de algunas de las principales arterias madrileñas, como la M-30 y la M-40 en varios de sus puntos. No obstante, no se trata de una situación aislada, sino de una problemática recurrente desde el inicio del curso. Por eso, de lunes a viernes, el Ayuntamiento colocará estas "grúas gigantescas", en palabras de Martínez-Almeida, en puntos negros, tanto por la mañana como por la tarde.

Así, en la primera hora punta del día estarán en el nudo de Manoteras y el nudo norte de la M-30, entre otros lugares, mientras que por la tarde las grúas actuarán también a la salida de la A-3 desde la M-30, en Puente de Vallecas y Puerta de Hierro. Además, al margen de la maquinaria municipal habrá que sumar otras seis grúas que serán permanentes en otros puntos de accesos y salidas de la ciudad.

Las burlas de Twitter

Si este miércoles Almeida se llevaba las ovaciones de Twitter por su zasca a Tezanos, en poco tiempo el alcalde de Madrid ha pasado a estar él en la diana de los tuiteros. La decisión de repartir esas "grúas gigantescas" como solución a los atascos madrileños ha trascendido como una medida un tanto delirante y se ha convertido en carne de cañón. De hecho, rápidamente le han intentado buscar una explicación en la red social al asunto:

También se han esforzado en buscar algunos ejemplos:

He incluso le han querido aportar varias sugerencias en la misma línea de las grúas:

Hasta los profesionales del desatasco han querido pronunciarse al respecto:

Y es que hay que entenderlo si nos ceñimos a esta teoría sobre las preferencias del alcalde desde su infancia:

En esta ocasión, Almeida no se ha sumado a los chascarrillos; parece que los atascos le hacen perder el sentido del humor.

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