En este agosto extraño donde la actualidad informativa no da tregua, este lunes el PP nos sorprendía con el cese de Cayetana Álvarez de Toledo como portavoz del grupo parlamentario en el Congreso de los Diputados. Pablo Casado la ha sustituido por la exalcaldesa de Logroño, Cuca Gamarra, que será nombrada oficialmente este jueves en la Junta Directiva Nacional, donde también se dará validez al nombramiento del regidor madrileño, José Luis Martínez-Almeida, como portavoz nacional del Partido Popular.

En este contexto las reacciones al cambio no se hicieron esperar y las redes sociales dieron cuenta puntualmente de las filias y fobias de cada cual. Los más echados a la derecha han criticado la decisión de Casado, mientras que los simpatizantes más centrados aplauden la sustitución de la portavoz tras sus múltiples polémicas en su año como portavoz. Por si fuera poco movimiento, Cayetana ajustaba cuentas en una surrealista rueda de prensa y escalaba posiciones en el trending topic.

Uno de los defensores más inesperados de Álvarez de Toledo, si es que se le puede llamar defensor, ha sido el diputado de Esquerra Republicana de Catalunya, Gabriel Rufián, que no se pierde ni una polémica en Twitter. A su manera, haciendo gala de la habitual sorna que destilan sus palabras, el catalán afirmaba que "lo de Cayetana" cuando "pasa en la derecha es una reorganización y cuando pasa en la izquierda es una cacicada":

Miles de reacciones demuestran que el tuit de Rufián no deja indiferente, pero lo cierto es que las reacciones más habituales en los comentarios son los zascas al político, como estos:

Entre las cábalas que barajamos para explicar esta especie de defensa de Rufián a Álvarez de Toledo quizás esté la confesión de la popular cuando eligió al diputado de ERC como el rival político con el que irse de cañas. A ver si ahora encuentran el momento.

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