El Principito, Le Petit Prince en su título original, es la obra más famosa del francés Antoine de Saint-Exupéry, publicada 1943. Se trata del libro escrito en francés más leído y más traducido del mundo, con versiones en más de 250 idiomas y dialectos, incluyendo el braille. También es una de las novelas más vendidas, con más de un millón de ventas al año.

La mayoría de la humanidad ha disfrutado leyendo El Principito, pero basta con repasar los datos para darse cuenta de que no se trata, ni mucho menos, de un libro elitista, sino de una obra universal y accesible para todos los públicos. Algunas personas le darán una lectura y otras podrán profundizar algo más en función de sus referencias culturales y su momento vital.

Sin embargo, el libro que Saint-Exupéry dedicó a Leon Werth cuando era niño, siempre ha estado en el pedestal del postureo cultureta en redes sociales. El mítico trazo del perfil de la boa constructor que se había comido a un elefante y que solo veían los niños mientras que los adultos afirmaban sin dudar que se trataba de un sombrero, es uno de los dibujos más versionados del mundo.

"Cultura literaria"

El Principito siempre fue intocable. Aquellos que le restaban valor eran lapidados por sus amigos sin miramientos, algo que también ocurría en las redes sociales hasta que un pobre incauto abrió la caja de los truenos sin querer. Las fotografías de la boa y el elefante convertidos en peluche junto a la frase "el que tiene una cultura literaria, entenderá la imagen" han puesto Twitter patas arriba:

Cientos de miles de reacciones, retuits y comentarios que pueden resumirse echando un vistazo a estos que hemos seleccionado:

¿Será este el principio del fin del endiosamiento de El Principito?

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