Días después de la declaración del estado de alarma, en pleno auge de los aplausos sanitarios y las iniciativas vecinales, el vídeo de Hermann Schreiber se hizo viral. Este hombre, oriundo de Alemania y residente en la ciudad gallega de Vigo, es octogenario y enfermo de Alzheimer, pero cada día salía a tocar su armónica justo a las ocho de la tarde y su cuidadora, Tamara Sayar, en un alarde de genialidad y cariño, le hizo creer que aquella ovación era para él.

La del músico alemán fue una de las historias más emotivas del confinamiento y ahora se ha convertido en la inspiración de un cortometraje dirigido por Jordi García y realizado por el estudio 23lunes de Barcelona. "Me topé con el vídeo. Me dejó tocado. Me fui a dormir y solo podía pensar en qué imaginaba él cuando salía a tocar, dónde viajaba, qué sensación tenía. Por la mañana me levanté y escribí el guión", explica el creador.

En el cortometraje Hermann no toca la armónica, sino el violín, y tampoco sus creadores quieren lucrarse con la historia. De hecho, su único objetivo es rendir homenaje a los "héroes del 2020" que nos han cuidado desde distintos sectores durante la pandemia. Un equipo de 16 personas han trabajado durante dos meses y medio para dar luz a la pieza, que acumula más de 76.000 reproducciones en YouTube:

El lado más humano de unos días inciertos está retratado en el corto a través de Hermann, cuyo tocayo de carne y hueso sale a pasear cada día un par de veces antes de volver al piso que comparte con su mujer, Teresa Domínguez, que padece la misma enfermedad que él. Tamara, su cuidadora, ha contado a EFE sus deseos de que él se reconozca al ver al personaje, admitiendo que les hace "muchísima ilusión". 

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