Decenas de mujeres confiesan a diario en las redes sociales que han pasado miedo al caminar solas por las calles, sobre todo de noche, cuando regresan a sus casas. Tenemos tan asumido que podemos cruzarnos con alguien peligroso que, como si fuera algo instintivo, llevamos el móvil en una mano y las llaves en la otra, adelantándonos a una posible agresión. 

Quizás llegue un día en que las niñas desarrollen estos mecanismos de forma innata, pero lo verdaderamente necesario es que podamos dejar de sentir miedo. Por eso, es importante no convertir estos rituales de vuelta a casa en algo normal, cotidiano, necesario, en una condición intrínseca a la de ser mujer, sola, de noche.

El último relato de estas características que se ha hecho viral es el de María Magdalena, una tuitera que escribe desde Málaga y cuya experiencia han compartido más de 25.000 personas. Ella ha puesto el foco en "lo normal", aquellas pequeñas cosas que sienten y hacen todas las mujeres en ese terrible camino de vuelta para salvarse:

Aunque ha habido respuestas que demuestran que el camino hacia la empatía y la igualdad es largo...

...lo cierto es que la gran mayoría comparte lo que la tuitera está narrando:

[Más información: La consideran "demasiado vieja" para ser víctima de acoco y archivan el caso]

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