Mientras más de un centenar de personas viven una situación de emergencia en el mar, aquí en el primer mundo llevamos semanas a la gresca a su costa. España se ha visto dividida una vez más entre los partidarios de acoger al Open Arms y aquellos que lo quieren bien lejos, esgrimiendo estos últimos todo tipo de argumentos para deslegitimar la labor del buque humanitario.

Entre ellos encontramos al diputado de Ciudadanos Marcos de Quinto, que ha destacado la pasada semana con un tuit que ha puesto en pie de guerra a las redes sociales. A raíz del mensaje del economista Juan Ramón Rallo hablando sobre la situación en Venezuela, el político aseveró que "la piadosa teocracia izquierdista envía a la hoguera a quien se le atisbe un mínimo comentario crítico sobre el Open Arms y alguno de sus bien comidos pasajeros (que costearon su pasaje con las mafias)".

Como era de esperar, las críticas le han llovido de todos lados en Twitter hasta llegar a ser trending topic. Incluso le han llegado a afear su discurso desde su propio partido. Un concejal de Las Palmas de Gran canaria, Javier Amador, pedía así que la formación naranja desautorizase a De Quinto:

"Bien comidos somos nosotros"

Pero, de entre todos los mensajes (poco amables) que ha recibido el diputado, ha sorprendido el tuit de la actriz y directora Leticia Dolera. Ella, lejos de derrochar más odio con sus palabras, ha decidido trasladarle un educado mensaje de tú a tú apelando a su empatía y enfatizando que "no son bien comidos, eso lo somos nosotros":

El aplauso a Dolera ha sido unánime e incluso le ha llegado el beneplácito de la periodista Rosa Villacastín:

Mientras, De Quinto, lejos de mostrar un mínimo de arrepentimiento, siguió publicando todo lo que se lle pasa por la cabeza:

Pasando del código ético del Congreso

El periodista Eduardo Sánchez, al hilo de la actitud del diputado en las redes sociales, ha recordado que De Quinto está haciendo caso omiso al Código de Conducta por el que deberían guiarse los integrantes del Congreso y que, en su artículo 2, dice que "en el ejercicio de sus funciones los diputados deben actuar con respeto hacia los demás miembros de la Cámara y a la ciudadanía en general, y con plena transparencia en su actividad pública":

No obstante, no era esta la primera vez que De Quinto se metía en polémicas en Twitter. La pasada semana también se enzarzó después de haber presumido del envío de unas botellas de vino valoradas en 100 euros. Eso sí, después defendió que las había pagado, pero en su tuit había deslizado que podrían ser un regalo.

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