Huele a verano y eso significa que las vacaciones están a la vuelta de la esquina. Aunque a todos nos gustaría poder acelerar el tiempo hasta el último día de trabajo y aparecer en la tumbona con solo chasquear los dedos, nadie se va a librar de los farragosos preparativos. Entre ellos, uno de los más temidos: hacer las maletas.

Nuestro equipaje está lleno de por si acasos y nunca sobra espacio, así que cualquier hueco puede ser una salvación. Por eso, hemos rebuscado algunos trucos para que tengáis a mano cuando os dispongáis a empaquetar vuestras cosas antes de viajar. Cosas sencillas que al verlas pensarás cómo no se te han podido ocurrir antes.

1 - Lo más pesado al lado de las ruedas

Parece obvio, pero no lo es tanto. Cuando te pongas en movimiento la gravedad hará su trabajo y todas las cosas que hayas metido en tu maleta presionarán hacia abajo, de modo que lo mejor es que las más pesadas estén al fondo.

2 - Organiza la ropa en función del itinerario

Antes de ponerte a vaciar el armario repasa la planificación del viaje y échale un ojo al pronóstico del tiempo. Así podrás organizar las prendas según tus necesidades y la climatología. Además, podrás ir dejando más arriba lo primero que te vayas a poner.

3 - Ponte los artículos más pesados

Aquellas prendas que más espacio vayan a ocupar en la maleta son las que tendrás que llevar puestas. Las botas de montaña, por ejemplo, o el plumas. Puede ser un poco molesto, pero te dejará mucho hueco libre.

4 - Mete lo que puedas en los zapatos

Puedes doblar calcetines, medias, camisetas o ropa interior y meterlos dentro del calzado. Así no desperdicias espacio y, además, evitas que los zapatos se deformen en la maleta.

5 - Tapa las suelas con gorros de ducha

Además, si estás harto de llevar el calzado en bolsas de plástico del supermercado, puedes aprovechar esos gorros de ducha que nunca usas y siempre te llevas de los hoteles.

6 - Haz un solo paquete con tu ropa

Doblar tus prendas una encima de la otra evitará que la ropa salga disparada de tu maleta cada vez que la abras.

7 - Estuches de lentillas y pastilleros para guardar cosas

No te engañes pensando que necesitas llevarte los botes de todos los productos que usas a diario. A veces, cogiendo la cantidad justa y metiéndola, por ejemplo, en un estuche para lentes de contacto, vamos sobrados. Además, para mantener las joyas a buen recaudo y ordenadas, nada como un pastillero.

8 - La ropa sucia a raya

Siempre acabamos haciendo malabarismos para que no se nos mezcle la ropa usada com la limpia, así que no te olvides una bolsa de malla para meter las prendas sucias. Servirá, además, para ir viendo cuándo te va a tocar pasar por una lavandería.

9 - Para que huela bien

Con la ropa sucia en la maleta corremos el riesgo de que el olor no sea el mejor, pero una toallita de secadora mantendrá un aroma agradable al abrir la maleta.

10 - Llévate siempre un fular a mano

La prenda imprescindible del viajero: protege la garganta del aire acondicionado, puede servirnos de manta si tenemos que dormir durante el viaje, nos aisla del sol si nos lo ponemos en la cabeza e incluso de la lluvia.

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