La "futbolización" de la política es un hecho. Ya de un tiempo a esta parte una parte de las bases de los partidos se ha hooliganizado hasta el punto de negar la realidad si creen que hay fuera de juego, sin importar si hay tres metros de distancia entre el delantero y el último defensa. En esta precampaña electoral estamos viendo cómo se imita otro fenómeno balompédico: el mercado de fichajes. Todo por ilusionar a la afición.
Celia Villalobos parece decidida a seguir los pasos de todos esos exfutbolistas que tras su retirada se convierten en comentaristas, y desde que dejó el PP con la victoria de Pablo Casado -ella había apoyado a Sáez de Santamaría- está destacando por sus apariciones en Espejo Público, donde su capacidad para crear polémica cada día que pasa es digna del mismísimo Jose Mourinho.
El anuncio de que el PP ha fichado al periodista Pablo Montesinos para encabezar la lista del partido en Málaga, que hasta ahora era territorio Villalobos, no parece haber sentado muy bien a la exvicepresidenta del Congreso, que ha tirado de comparativa futbolística que ha sido como un puñetazo al estómago del PP y, sobre todo, al del Real Madrid.
"Yo no me meto en estas historias", ha comenzado. Dicen los sabios que la parte más importante de las frases viene después del 'pero'. "Pero", ha seguido...
"A mi lo que me preocupa es que con el afán de los fichajes a los partidos no les vaya a pasar como al Real Madrid, que ni siquiera en la Champions están, ni en la liga ni en nah". Y es que los revolcones que el Real Madrid recibió a manos del Barça y del Ajax, que dejó a los blancos fuera de todas las competiciones en apenas cinco días, ha resonado hasta en el Candy Crush.
"Vamos a ver si tenemos algo de paciencia. Yo creo que en estos momentos de la política, tan líquidos, tan fluidos, tan absolutamente tuiteros no es bueno para el conjunto de los españoles. La política necesita mucha serenidad y gente bien preparada, porque es muy complicado, muy complicado el Parlamento".
"Y después, el tema de los independientes... pues bien. Hasta cierto punto. Porque después, cuando vienen problemas, que vienen y vienen duros, los partidos necesitan que la gente se arme espalda con espalda y brazo con brazo porque las cosas son difíciles. Y los independientes tienden a ser eso, muy independientes. Por lo tanto, cuidado", ha concluido.
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