Nadie cuestiona que la educación es el motor de los cambios. La respuesta a todos los males que acucian nuestra sociedad. Apelamos a ella cuando algo que sucede se escapa de nuestro entendimiento y la tratamos como una especie de fórmula mágica capaz de transformar la realidad en pocos años. Los niños aprenden lo que ven y lo que viven, así que no parece muy lógico no abordar con ellos todo tipo de cuestiones de vital importancia.

Una de ellas, tristemente, es el acoso sexual. Quizás puede parecer exagerado emplear este término cuando nos referimos a los tocamientos furtivos que se le practican a una compañera durante la infancia, a esas "cosas de niños". sin embargo, quizás ya es hora de llamar a las cosas por su nombre, y lo más importante, dejar muy claro que no se trata de un juego ni de una diversión. 

Esta es, precisamente, la lección que les ha querido transmitir a sus alumnos Ana, una maestra que ha usado su cuenta de Twitter para contar una situación de este tipo que había tenido que gestionar en su clase:

Su experiencia, compartida más de 14.300 veces, ha sido muy aplaudida en la red social:

[Más información: La profesora que pone como deberes que hagas caso a tus hijos]

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