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Diez tráilers maravillosos que te hicieron ir a ver películas infectas

En la Jungla. En muchas ocasiones los trailers nos hacen decidir si ir a ver una película o no. Y algunas veces nos metieron un gol por toda la maldita escuadra.

3 febrero, 2019 00:13

Los trailers se han convertido en una parte esencial del cine. Su difusión puede ser un evento casi al la altura de los estrenos de las propias películas. Solo hay que ver, por ejemplo, el de Vengadores: Endgame, que tuvo a todos los fans especulando durante meses sobre cuándo se difundiría y que, cuando lo hizo, acumuló miles de visitas en cuestión de minutos. Tienen sus propios Oscar, hay empresas que se dedican exclusivamente a montarlos e incluso hemos llegado al punto absurdo que los trailers tienen trailer.

Y claro, en muchas ocasiones nos encontramos con la que la calidad del trailer no se corresponde con la de la película. Y en muchas ocasiones hay avances espectaculares que nos han hecho ir a ver películas infectas. Aquí algunos ejemplos:

Need for Speed

El mundo del videojuego nunca ha tenido mucho éxito al dar el salto al cine. Por eso, cada vez que se anuncia una nueva adaptación todos la archivamos en la carpeta mental de "esta película va a ser un truño". Need for Speed no parecía que fuese a ser distinta, al fin y al cabo es un maldito juego de carreras. Sin embargo, el fichaje de Aaron Paul -que en aquel momento acababa de protagonizar Breaking Bad- hizo que muchos levantásemos la ceja, y el trailer nos hizo pensar ¿y si…? No. La película era terrible. Pero a muchos se la colaron.

Prometheus

Nadie podrá ocultar la huella que Ridley Scott en el cine gracias a Alien, Blade Runner o Thelma y Louise. Es cierto que Ridley Scott llevaba una década sin hacer nada relevante, pero su regreso a la franquicia que le convirtió en un grande parecía una gran idea para renacer. El trailer parecía confirmar esa idea. Lo malo es que la película no tenía mucho más que ofrecer, a parte de escenas tontas de biólogos tratando de acariciar criaturas claramente peligrosas y ninguna respuesta a todo lo que se planteaba en el avance. Al final, aburría.

Alien 3

Duele en lo más profundo del alma calificar de mala a una película dirigida por David Fincher, uno de los grandes cineastas de su generación -qué carajo, el más grande-. Pero lo cierto es que su debut no pudo ser peor, pinchando al tomar las riendas de una saga que hasta aquel momento había sido de las mejores del género a manos de Ridley Scott y James Cameron. El rodaje de la tercera entrega fue problemático, con filtraciones del guión y reescrituras constantes. La película fue una gran decepción, y viendo el trailer solo podemos imaginar que quienes fueran al cine a verla en 1992 saldría llorando.

Terminator Salvation

Solo un año después de triunfar por todo lo alto en el papel de Batman, Christian Bale se metía en la piel de otro mito: John Connor. Hasta aquel momento solo lo habíamos visto como un no nacido en Terminator y como adolescente en la secuela. En la tercera lo vimos como adulto, pero sin ser el líder de la resistencia contra las máquinas. Eso debía cambiar en Terminator Salvation, donde lo veríamos convertido en la leyenda que Skynet quería eliminar viajando al pasado, y Bale parecía una elección inmejorable para dar vida a alguien más grande que el espacio-tiempo. La película fue un fiasco espectacular, pero si Bale como John Connor no era suficiente para crear hype, el trailer tenía también una pinta increíble. Pero no.

Superman Returns

En 2006, mucho  antes de que aparecieran las acusaciones de abusos sexuales a menores, Bryan Singer era considerado uno de los mejores directores del momento. Por aquel momento había realizado una de las mejores películas de la década y había puesto los cimientos del monstruo taquillero que hoy es el cine de superhéroes con la magnífica X-Men y su excepcional secuela. Por eso, cuando abandonó la dirección de X-Men 3 para dirigir la nueva película de Superman todos pensamos que tenía una visión de lo que tenía que ser una película sin duda soberbia, al menos a la altura de las de X-Men. Sabiendo eso, el trailer nos hizo salivar. Al final Superman Returns fue una catástrofe solo comparada con X-Men 3. Así que al final no tuvimos ni una ni otra.

Invasión a la Tierra

Jonathan Liebesman no es que tuviera muy buenos antecedentes, pero el trailer de Invasión a la Tierra parecía una aproximación distinta a un género de lo más trillado. Es verdad que no es que enseñase mucho y era más una explicación de la Batalla de Los Ángeles, un delirante suceso poco después del bombardeo de Pearl Harbour en el que los americanos confundieron unas sondas meteorológicas con un ataque japonés y las cosieron a tiros, suceso que encanta a los ufólogos y sus conspiraciones. Al final la película no tenía mucha chicha, y ni siquiera Aaron Eckhart lo pudo solucionar.

Pearl Harbor

Igual hoy parece difícil de comprender, pero hubo un momento en el que Michael Bay era un tipo respetado. Y es que en 2001 venía de dirigir tres grandes cintas de acción como Dos policías rebeldes, La roca y Armageddon. Por eso su salto al drama de época con la recreación del ataque a Pearl Harbor -la producción más cara de la historia en aquel momento- tenía una pinta interesante viendo el trailer. Al final la película resultó un tostón con algunos momentos visualmente interesantes, pero en realidad solo intentaba replicar lo hecho por Cameron en Titanic: la recreación de un evento histórico con una historia de amor ñoña y un final explosivo. Sobra decir que Pearl Harbour no fue el exitazo de Titanic y la carrera de Michael Bay se metería en el sumidero de Transformers y sus infinitas secuelas de la que solo ahora ha logrado salir.

La Jungla de Cristal 5

Uno podía pensar que ver a Bruce Willis en la piel de John McClane siempre iba a molar aunque la película fuese él leyendo el listín telefónico, solo con sus réplicas podía levantar cualquier cosa. Incluso La Jungla 4, infinitamente peor que las tres originales, era condenadamente divertida. La quinta, que ponía a McClane e hijo a pegar tiros por Rusia, se presentó en sociedad con un espectacular trailer a ritmo de Beethoven de lo más fresco y loco. La película, en cambio, era una película de acción de lo más standard, pero que ni siquiera daba cancha a Willis para que luciera como el poli más canalla de L.A. Imperdonable.

Matrix Revolutions

En 1999 Matrix tomó el mundo al asalto, con un estilo visual nunca visto y una historia intrigante y cautivadora. Por eso todos los ojos estaban puestos en sus secuelas, que se rodaron a la vez. Matrix Reloaded se estrenó en mayo de 2003 y aunque tenía problemas, presentaba elementos intrigantes -como el personaje del Arquitecto- y dejaba muchos cabos abiertos que serían resueltos en la tercera. Durante meses teorías de lo más interesantes corrieron por la red y el trailer nos hizo la boca agua. Al final la película fue una ensalada de tiros, escenas alargadas y respuestas estúpidas. La película no solo era mala, sino que también hizo retroactivamente mala a Reloaded. Casi todas las teorías de los fans eran mejores que el guión de las hermanas Wachowski.

El incidente

El incidente es la película que capta la esencia de esta lista. M. Night Shyamalan ya había perdido algo del brillo que logró con El sexto sentido y la magnífica El Protegido, y El Bosque y La joven del agua ya habían sido decepciones. Sin embargo, con el trailer de El incidente parecía que estábamos ante su resurgir. Imágenes poderosas como la de las personas cayendo sobre la cámara y una premisa inquietante -la gente se empezaba a suicidar porque sí- desató el tren de las expectativas. Luego la película era tan aburrida, lenta y estúpida que mucha gente cree que es una comedia mal entendida. La carrera de Shyamalan estuvo a punto de irse por el retrete, con dos tremendos pufos rodados a continuación -Airbender: el último guerrero y After Earth-. Ha tardado casi una década en recuperar el crédito que esta película contribuyó a volar por los aires gracias Múltiple y Glass.

La presencia de Mark Wahlberg y de John Leguizamo tenía que habernos avisado de que esto iba a ser una catástrofe. Las señales estaban ahí y no las quisimos ver.