CCOO lanzaba la alerta el miércoles por la tarde: con el curso sin terminar y la ola de calor en ciernes, las temperaturas en las aulas de algunos centros escolares de la Comunidad de Madrid habían llegado a superar los 35 grados. "La normativa vigente indica que la temperatura en las aulas no puede ser superior a 27 grados mientras duren las clases", recordaba el sindicato al denunciar casos de lipotimias, desmayos y vómitos en varias localidades.

Así, alumnos de San Fernando de Henares tuvieron que salir al patio a ser "regados" con una manguera mientras que una ambulancia del SUMMA tuvo que atender a un alumno de Primaria del Colegio Iplacea de Alcalá de Henares. El sindicato tiene constancia de casos en Getafe, Coslada, Rivas Vaciamadrid, El Escorial y Torrejón de Ardoz. En Madrid capital, el Liceo Francés suspendía las clases para los alumnos de Infantil y Primaria por las altas temperaturas.

Horas después, el consejero de Sanidad de la Comunidad, Jesús Sánchez Martos, presentaba las medidas excepcionales puestas en marcha para enfrentarse a la ola de calor. Los medios tuvieron la oportunidad de preguntarle por la alerta sobre los centros escolares. La respuesta del consejero fue que "no cree que haya ningún tipo de problema por la ola de calor y la enseñanza".

A continuación Sánchez Martos se lanzó a una reflexión en voz alta que quedó grabada en un audio que publica la Cadena Ser. El consejero desacredita la solución del aire acondicionado porque puede "producir alteraciones en ojos y cuello" a los alumnos, optando por soluciones tradicionales como "ventilar bien" y "hacer abanicos de papel", una tarea a la que le encuentra incluso virtudes de "terapia ocupacional". Finalmente, se pone a sí mismo como ejemplo de normalidad ya que ha sido capaz de dar clases universitarias bajo olas de calor "a las cuatro de la tarde"

No creo que haya ningún tipo de problema por la ola de calor y la enseñanza. Se pueden ventilar las aulas, los niños pueden llevar abanicos, no todo se soluciona con aire acondicionado. Si pusiéramos el aire acondicionado lo más seguro es que luego los niños podrían tener alteraciones en los ojos, también afecta a los niños en el cuello... Yo soy más partidiario de hidratar, de tener mucha hidratación en el aula, a lo mejor hay que tener continuamente agua.  

Además, un abanico se puede hacer, y puede ser además una terapia ocupacional muy importante para los niños, haciéndolo como lo hacíamos cuando éramos pequeños, 'dobla dobla dobla dobla' y tienes el abanico [...] Sinceramente, en este momento, yo también he dado clase a mis alumnos de la facultad y no he tenido ningún problema, y he vivido olas de calor importantes dando clase a las cuatro de la tarde. 

Curiosamente, las excusas de Sánchez Martos son un eco de las de un gobierno de color opuesto, el socialista de Susana Díaz. La consejera de Educación andaluza, Adelaida de la Calle, respondió a los padres que reclamaban "aulas, no saunas" y que llevaron a medio millar de alumnos en bañador a clase como protesta, que el aire acondicionado "beneficia pero perjudica". La solución: "Espacios de sombra, entoldados y plantar vegetación".

En la mañana del jueves, la diputada madrileña de Podemos Mónica García ha aprovechado el Pleno de la Asamblea para entregar un abanico de papel al consejero. Él lo ha tirado al suelo.

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