Una queja habitual entre las madres que han pasado por una cesárea es que se considere que su parto es 'menos parto' por ello. El pasado 11 de mayo Olivia White, una madre y  bloguera  australiana, compartió con sus 54.000 seguidores en Instagram una fotografía del aspecto de su barriga tras la cesárea que le habían practicado en el parto de su último hijo. El   post  que la acompañaba, y en el que se dirigió directamente a quienes piensan que es "la opción más sencilla", ha recibido desde entonces más de 2.000 Me gusta y 300 comentarios. 

"Así es como realmente te ves pocas horas después de una cesárea", escribió White junto a una fotografía de su barriga cosida y tapada por unas vendas. "Para todos aquellos que piensan que es la forma más fácil de dar a luz (bueno) intentad tener un corte de unos 15 centímetros (6 pulgadas) en vuestro abdomen como un tiburón destripado, del que han rescatado las partes del cuerpo de un surfista al que se ha comido".

White describió también cómo te sientes tras la intervención: "Es como si hubieras sido golpeado por una autobús que después vuelve sobre ti para asegurarse de que no ha fallado la primera vez". Aún así, recuerda al final, no cambiaría nada de lo vivido "porque si no hubiera dado a luz de esta forma, mis hijos no estarían aquí hoy".

La joven, que tuvo a sus dos hijas -de tres y un año- por cesárea, explicó en declaraciones The Huffington Post que se animó a escribir el texto después de recibir varios comentarios en las redes sociales criticando la forma en que se habían producido sus partos. "Estaba harta de que la gente me dijese que no eran partos de verdad", señaló. Tras el éxito de su texto -en Facebook ha superado las 4.000 reacciones- White también señaló: "¡No importa cómo haya nacido tu bebé". Todas somos madres y debemos permanecer unidas". 

En agosto de 2015 otra imagen de la cicatriz de una cesárea se hizo viral en las redes sociales. En ese caso, fue publicada en Facebook por la fotógrafa que había tomado la instantánea. En el post, que ha superado desde entonces las 230.000 reacciones, se explicaba que la madre sentía auténtico pavor por tener que enfrentarse a una cesárea. Tras producirse complicaciones en el parto y ser sometida a una, quiso hacerse esta foto para recordar "cómo su peor pesadilla había sido lo que había salvado su vida y la de su hija".

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