Si hay una afición que caracteriza a la infanta Elena esta es la hípica. Sus más de 20 años de montando a caballo han convertido a la hermana mayor de Felipe VI en toda una experta amazonas que participa a menudo en concursos nacionales e internacionales de salto.

Pero en la vida, como en el deporte -que reza la mítica frase-, pueden ocurrir imprevistos como la caída de ayer que, según confirmaron fuentes oficiales de Zarzuela, se ha traducido en unos leves daños en la muñeca y no parece revestir gravedad.

Pese a que no es la primera vez que la aristócrata sufre un incidente a lomos de un caballo -en 2004 protagonizó otra caída mientras participaba en un concurso hípico en Santander cuando el purasangre sobre el que galopaba tropezó-, también es verdad que por aquel entonces la velocidad, inmediatez y cruda ironía de las redes sociales no era tan potente como ahora.

Hace ya algún tiempo que la familia real no está pasando por su mejor momento de cara a la opinión pública. Escándalos como la foto del rey en una cacería de elefantes en Botsuana se ha quedado como casi un recuerdo anecdótico frente a la imputación de la infanta Cristina, y marido, en la trama corrupta del Caso Nóos. Así, el accidente hípico ayer ha sido entendido por muchos como un momento ideal para hacer bromas y parodias en torno a la figura de la hija mayor de Don Juan Carlos y Doña Sofía.

Aunque desde Casa Real no se han precisado detalles sobre la caída sufrida por la infanta, algunos tuiteros se han aventurado a imaginarla.

Precisamente el pasado martes doña Elena asistió a su último compromiso público: el acto oficial de despedida de los deportistas que participarán en los Juegos Paralímpicos de Río de Janeiro. Pequeño detalle que algunos usuarios han hecho parte de la mofa generalizada.

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