
Uno de los manjares que se pueden degustar en la calle Previsión. Sevilla
Ni en el Centro ni en Triana, así es una de las calles de Sevilla con más bares: pura esencia de barrio para alargar la tarde
Está llena de establecimientos con todo tipo de opciones para almorzar, cenar e incluso tomarse una copa en familia.
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Son muchos los sevillanos que aprovechan sus fines de semana para dar una vuelta por el Centro o Triana. Sus calles son siempre las más visitadas por turistas y locales. No es de extrañar por su amplia variedad de comercios y bares de todas clases y colores.
Sin embargo, en ocasiones se echa en falta la esencia que todavía conservan la mayoría de los barrios de Sevilla. Al mantenerse alejados de la saturación imperante en las zonas más céntricas, ofrecen un amplio catálogo de experiencias más pausadas.
Permiten disfrutar del momento con más calma, pero sin perder un ápice de calidad. Y es que en casi todas las zonas de la ciudad hay negocios que merecen la pena. El mejor ejemplo de ello son sus bares.
La gastronomía de Sevilla y la hostelería en general no entienden de ubicación. Esta realidad se muestra con mucha claridad, al adentrarse en el corazón de Pío XII, a un paso de La Macarena, entre la Avenida de la Cruz Roja y la Avenida de Miraflores.
En este barrio se encuentra una de las calles donde la oferta es más completa. En ella hay decenas de establecimientos en los que es posible alargar la tarde sin necesidad de hacer desplazamientos largos. Solo hay que andar unos metros para cambiar de tercio.
Para todos los gustos
Esto es posible en la calle Previsión, precisamente la vía que conecta la Avenida de Miraflores con la Cruz Roja, beneficiada con su reciente peatonalización.
En la citada arteria de Pío XII se puede hacer de todo. Comer algunas de las tapas más tradicionales de Sevilla, merendar, tomarse una copa y hasta llevarse una pizza para casa. También es posible acercarse a por un helado a pocos pasos. Además, cuenta con varios espacios en lo que los más pequeños pueden jugar a sus anchas.
Nada más entrar por la Avenida de Miraflores, está el Pitita 2.0, un bar de los de todo la vida con su toque de innovación, como demuestra el gambioli, un pan bao con su alioli suave y gambas. Suelen tener platos del día que merece la pena probar en su terraza al sol.
Se encuentra en la primera parte de la calle, donde solo hay otro bar. Se trata de Albores, al que se entra por la calle Palma del Río. El sitio no engaña. Es una taberna cofrade típica, con imágenes de Cristos y Vírgenes e incienso en las fechas clave. Tiene algunos de los mejores montaditos de Sevilla, como el de bacalao y anchoa, y chacinas y conservas de calidad.

La taberna cofrade Albores. Sevilla
Perfecta para ir con niños
A partir del cruce con la calle Llerena, encontramos el aluvión de bares, todos en locales contiguos. La primera triada la encontramos con La Trastienda, la Esquinita y La Bodega. Esta última es idónea para tomar botellines y tiene una oferta variada de vinos generosos. Están en una explanada perfecta para que los niños jueguen mientras se toma el aperitivo.
Cruzando la acera hay otro mar de posibilidades como el Vizcaíno 2.0 o Casa Antonio. Al lado brilla con luz propia el Tremendo de Pío XII, uno de los más antiguos de la zona.
En la misma zona está Cervecería Pepe Cruz, un bar de aspecto tradicional con la calidad de un restaurante. Destaca por su enorme variedad de mariscos, sin olvidar las carnes. Ofrece un solomillo de buey que encandila a todos los que lo prueban.

Casa Pepe Cruz. Sevilla
En esta parte de la vía además se puede empezar desde bien temprano, ya que hay hasta una churrería. No le falta de nada.
Opción para tardeo
Por si fuera poco, la calle Previsión ofrece la posibilidad de merendar o tomarse una copa en el Garrison. Este pub ofrece una amplia variedad de dulces y cócteles.
Además, en las tardes de los fines de semana hay espectáculo flameco en su interior. Por fuera tiene varios veladores en otra explanada donde se está muy cómodo con niños. También se puede ver el fútbol.

Veladores en el bar Garrison. Sevilla
Si la tarde se hace larga, sin salir de la calle, existe la posibilidad de pedirse una pizza en La Tradicional. Se puede llevar a casa para terminar la noche o comérsela allí mismo.
Siguiendo la misma línea recta, pero ya en Fray Isidoro de Sevilla está el Ruki, uno de los bares más particulares de Sevilla, que ofrece tapas de comida china y andaluza.
A solo unos pasos, ya en la Avenida de la Cruz Roja, es posible tomarse un helado en uno de los mejores sitios de Sevilla, el Villar. Muy cerca, en la calle José Maluquer está el Blanco Cerrillo de Pío XII, donde conviene probar sus boquerones en adobo.
El ambiente está servido en la calle Previsión y su entorno, una de las calles de Sevilla donde la oferta es tan completa que ni siquiera hace falta salir de allí. Es la prueba de la amplia riqueza que atesora la ciudad en todos sus rincones.