Ana, trabajadora en una clínica estética, explica que "las clientas ya no vienen solo por una limpieza facial puntual"
Ana, trabajadora en una clínica estética: "Las clientas se dejan una media de 1.400 euros por tratamientos cada seis meses"
La experta explica que antes las mujeres acudían solo a una limpieza puntual
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Ana, trabajadora en una clínica estética ha explicado a EL ESPAÑOL de Sevilla que "las clientas se dejan una media de 1.400 euros por tratamientos estéticos cada seis meses". Asegura que muchas no ven ese gasto como un lujo, sino como una parte fija del autocuidado.
La trabajadora dice que los tratamientos faciales atraen a la mayoría. Sin embargo, reconoce que lo que dispara el gasto real son los bonos combinados. Ana detalla que estos planes incluyen "láser, vitaminas y mantenimiento" y que cada vez más mujeres lo eligen por los resultados que prometen.
La empleada recuerda que antes las mujeres acudían solo a una limpieza puntual. Ahora, en cambio, "casi todas piden planes integrales de tres o seis meses". Afirma que estas mujeres buscan mejorar su piel con rapidez y apuestan por soluciones que garanticen cambios visibles.
Ana asegura que ha desaparecido el tabú que rodeaba estos tratamientos. Observa que muchas mujeres jóvenes entran en la clínica con la decisión tomada. "Preguntan directamente por ácido hialurónico o por el tratamiento exacto que han visto en redes", cuenta.
Además, señala que las clientas llegan muy informadas. Compara la situación actual con la de hace unos años y afirma que hoy "comparan precios, resultados y hasta marcas de aparatología". Considera que estas consultas muestran una clientela exigente que estudia cada opción antes de pagar.
Tratamientos
La trabajadora indica. que la fidelidad también es alta. "El 65% repite cada año", asegura. Explica que si un tratamiento funciona, estas mujeres lo integran en su vida "como quien se hace las uñas o el pelo", y lo convierten en una cita marcada en el calendario.
Ana advierte de que el problema no está en el deseo de mejorar la imagen, sino en la presión estética. Reconoce que muchas mujeres llegan angustiadas por compararse con influencers que usan filtros.
Aun así, afirma que el equipo mantiene una línea clara: "Intentamos ser honestas. Hay clientas a las que directamente les decimos que no necesitan cierto tratamiento o que no es adecuado para su piel", comenta.
No se limita a mujeres
La trabajadora confirma que la demanda crece sin parar. Añade que la tendencia no se limita a mujeres. "Cada vez atendemos más hombres que buscan mejorar la piel o hacerse la depilación láser", afirma.
Ana concluye que este auge habla por sí solo. Resume que "la estética ya no es una tendencia, es una industria consolidada y, para mucha gente, una inversión en sí misma".