Sevilla
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El mercado de los seguros de automóvil atraviesa una transformación que impacta directamente en el bolsillo de los conductores. La barrera económica para asegurar un vehículo ha subido y deja atrás las tarifas competitivas de la última década.

Rocío, una profesional del sector asegurador, confirma esta tendencia al alza que parece no tener retorno y sentencia la desaparición de las ofertas agresivas: "Hace años que no vendo un seguro de coche por menos de 500 euros", asegura con rotundidad.

La experta recuerda tiempos recientes donde el mercado ofrecía pólizas básicas por 300 euros o incluso cifras inferiores. Sin embargo, califica ese escenario actual como algo "impensable".

La causa principal de este encarecimiento reside en el aumento de los costes operativos que soportan las compañías, las cuales han tenido que ajustar sus primas obligatoriamente para mantener la viabilidad del negocio.

La mecánica detrás de esta subida generalizada responde a una lógica de mercado que no se puede evitar. Según detalla Rocío, la reparación de un vehículo cuesta hoy "casi el doble" que hace una década.

Factura de talleres

Factores como el precio de la mano de obra han disparado la factura de los talleres. "Cualquier golpe tonto puede suponer cientos de euros" explica la aseguradora, quien define la situación como una "cadena directa" de que si suben las reparaciones, suben los seguros.

Esta realidad golpea con especial dureza a los conductores noveles. El colectivo de menores de 25 años enfrenta un panorama financiero muy complicado para acceder a su primera póliza.

Rocío cifra el coste para estos jóvenes por encima de los 900 o 1.000 euros con facilidad, incluso en modalidades a terceros. Las aseguradoras basan estas tarifas en el "riesgo estadístico" que presenta este grupo de edad, un dato que se refleja de manera inmediata en la prima final.

Pólizas

El perfil medio del conductor también ha modificado sus hábitos de contratación ante la nueva realidad de precios y coberturas. Rocío confiesa que resulta cada vez más complicado recomendar seguros básicos, ya que muchos clientes regresan "cabreados" al descubrir las carencias de su póliza tras un siniestro.

Por ello, el usuario estándar termina contratando productos que oscilan entre los 500 y los 700 euros. Estas opciones incluyen coberturas de robo, lunas o asistencia ampliada, elementos que otorgan mayor tranquilidad al asegurado.

Aunque los ciudadanos intentan comparar precios entre diferentes compañías para conseguir algún descuento, el margen de maniobra es mínimo. La aseguradora advierte que todo el mercado se ajusta a los mismos costes y que las variaciones son pequeñas. "No es cosa de una aseguradora concreta, el mercado entero ha subido", explica.

Tensión con los clientes

El momento más tenso de la relación entre cliente y aseguradora llega con las renovaciones anuales. Rocío destaca la dificultad de explicar a los usuarios por qué su recibo sube entre 40 y 60 euros a pesar de no haber presentado ningún parte de accidente.

La justificación técnica, a menudo difícil de asimilar para el usuario, se basa en que "el riesgo general del mercado es mayor", lo que obliga a actualizar las tarifas independientemente del historial individual del conductor.