Bea dejó su trabajo en una redacción y ahora factura 3.000 euros al mes.

Bea dejó su trabajo en una redacción y ahora factura 3.000 euros al mes.

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Bea, periodista: "Desde que lo hago por mi cuenta facturo 3.000 euros al mes y no tengo que aguantar a nadie"

La comunicadora dejó su trabajo en una agencia para apostar por ser autónoma.

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Sevilla
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Bea, periodista de 32 años en Sevilla, decidió abandonar su trabajo en una agencia de comunicación para emprender por su cuenta.

Hoy factura unos 3.000 euros mensuales y afirma que su vida profesional "ha mejorado en todos los sentidos".

"Desde que lo hago por mi cuenta gano mucho más y no tengo que aguantar a nadie. Trabajo con varios bares, clínicas y tiendas, y cada uno tiene sus ritmos, pero soy yo quien organiza el tiempo. La libertad compensa el estrés", explica.

Antes de dar el paso, Bea trabajaba en una agencia donde, según cuenta, cobraba menos de la mitad y tenía que fichar todos los días. "Ahora trabajo mucho más pero todo lo que gano es mío. Al final, ser autónoma en comunicación puede salir rentable si sabes moverte", asegura.

Su día a día se reparte entre la gestión de redes sociales, la redacción de contenidos, el diseño gráfico y la atención a los clientes.

"El problema es que muchos piensan que esto es subir una foto a Instagram y ya, pero detrás hay estrategia, calendario, diseño, redacción y atención al cliente. Cuando un negocio ve que todo eso les funciona, paga bien por mantenerlo", detalla.

Sevilla ofrece oportunidades

La periodista, que vive en la capital hispalense, considera que la ciudad ofrece oportunidades para quienes apuestan por la comunicación local.

"Lo bueno de Sevilla es que hay mucho pequeño comercio que necesita visibilidad, así que hay trabajo si sabes ofrecer resultados. Yo me he hecho una cartera estable de clientes y, sinceramente, vivo mejor que cuando estaba contratada", confiesa.

Su cambio no fue solo económico, también personal. Bea afirma que en los medios se sentía atrapada. "Estaba en una rueda que no paraba nunca", cuenta.

"Daba igual lo bien que lo hicieras, siempre había más presión, más horas y el mismo sueldo. No había hueco para respirar ni para ser creativa", añade.

Condiciones laborales precarias

La periodista describe las precarias condiciones laborales que vivió antes de hacerse autónoma. "Llegué a tener jornadas de diez horas por 1.200 euros al mes, con guardias los fines de semana y festivos".

"Al final te das cuenta de que lo que llaman vocación es muchas veces una excusa para no pagarte lo que mereces", señala.

A pesar del esfuerzo que implica trabajar por cuenta propia, Bea no se arrepiente. "Me encantaba el periodismo, pero trabajar en redacción me quemó. Todo era inmediatez, clics y prisas. Ahora sigo escribiendo, pero a mi manera, sin jefes gritándome por todo", dice.

Finalmente, Bea concluye afirmando que "hay muchos periodistas atrapados en condiciones indignas". Por ello, la periodista ha encontrado una alternativa en la que vivir cómodamente y con un buen sueldo.