
Pueblo de Sevilla.
Ni Carmona ni Osuna, este es el pueblo más grande de Sevilla: tiene casi 40.000 habitantes y un gran patrimonio histórico
¿Cuál es el pueblo más grande de la provincia de Sevilla? Se trata de una localidad conocida como la "la ciudad de las torres".
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La provincia de Sevilla, ubicada en el corazón de Andalucía, es una de las regiones más emblemáticas de España, conocida por su riqueza histórica, cultural, y gastronómica. Además de su vibrante capital, Sevilla, la provincia está salpicada de pintorescos pueblos que ofrecen experiencias únicas, desde enclaves históricos hasta entornos naturales impresionantes.
¿Cuál es el pueblo más grande de Sevilla? Se trata de Écija, conocida como la "Ciudad del Sol" o la "Sartén de Andalucía", es el municipio más grande de la provincia de Sevilla en términos de superficie y uno de los más ricos en patrimonio histórico y cultural.
Esta localidad está situada en la comarca con el mismo nombre, su historia, arquitectura y tradiciones la convierten en un destino imprescindible para los amantes del turismo cultural y rural.
En primer lugar, Écija es una ciudad española situada en la provincia de Sevilla, en la comunidad autónoma de Andalucía. Forma parte de la comarca homónima y se localiza en la zona este de la provincia, dentro del valle del río Genil. Sus límites geográficos incluyen la provincia de Córdoba al noroeste, la Sierra Sur de Sevilla al sur y la Campiña de Carmona al oeste. Curiosamente, aunque pertenece a la provincia sevillana, está más próxima a Córdoba que a la ciudad de Sevilla, la capital provincial.
En 2019, según datos del INE, Écija tenía una población de 39.873 habitantes. Su territorio abarca 978,51 kilómetros cuadrados, lo que la convierte en el municipio más extenso de la provincia de Sevilla. Con una densidad poblacional de 40,74 habitantes por kilómetro cuadrado, la ciudad se encuentra a una altitud promedio de 125 metros sobre el nivel del mar.
Écija tiene un pasado que se remonta a la época romana, cuando fue conocida como Astigi y se convirtió en una de las ciudades más importantes de la Bética. Durante la dominación árabe, mantuvo su relevancia como centro económico y militar, destacando por su agricultura y comercio. Más tarde, en la Reconquista, pasó a formar parte del reino de Castilla, lo que dejó una profunda huella en su arquitectura y urbanismo.
Écija es famosa por sus numerosos monumentos y edificios históricos, entre los que destacan: en primer lugar, por sus torres y campanarios, en tanto que Écija es conocida como la "Ciudad de las Torres" debido a sus numerosas torres barrocas que dominan el horizonte.
Entre las torres más emblemáticas destacan la de la Iglesia de Santiago, reconocida por su refinada arquitectura; la de Santa María, célebre por su abundancia de campanas y su parecido con la Giralda de Sevilla; la de San Juan, considerada un ejemplo icónico del estilo característico de Écija; y la de San Gil, que se distingue por su majestuosa apariencia.
En lo que respecta a las iglesias y conventos destacan la Iglesia de Santa María, un magnífico ejemplo del gótico-mudéjar, con elementos renacentistas y barrocos. También la Iglesia de San Juan Bautista que destaca por su impresionante torre barroca, así como el convento de Santa Florentina, un remanso de paz con una arquitectura impresionante.
También cabe hablar de los palacios de Écija, entre ellos, el Palacio de Peñaflor, conocido como el "palacio de los balcones largos", es un ejemplo exquisito de la arquitectura barroca, así como el Palacio de Benamejí, actualmente alberga el Museo Histórico Municipal, donde se exhiben piezas romanas y andaluzas.
Y en lo que tiene que ver a la gastronomía de Écija, hay que tener en cuenta que esta localidad ofrece una gastronomía rica y variada basada en los productos de la Campiña sevillana. Algunos platos típicos son el salmorejo ecijano (más ligero que el cordobés, ideal para los días calurosos), espinacas labradas (un guiso de espinacas con garbanzos, aceite de oliva y especias), cocido ecijano (con un toque especial gracias a las carnes y embutidos locales) y postres como las yemas ecijanas, dulces tradicionales que son una delicia.
Por qué visitar Écija
Son muchos los motivos por los que visitar Écija, entre ellos, los siguientes:
- Su riqueza monumental y artística hace que pasear por sus calles sea como un viaje en el tiempo.
- Su ubicación estratégica, entre Sevilla, Córdoba y Málaga, la convierte en un punto ideal para explorar Andalucía.
- La hospitalidad de sus gentes y la calidad de su gastronomía garantizan una experiencia inolvidable.
- Écija es una joya andaluza que combina historia, cultura y tradiciones, ofreciendo a sus visitantes una experiencia auténtica y enriquecedora.