No por esperado fue menos doloroso. Los nazarenos de San Bernardo no han podido acompañar este año a la calle al Cristo de la Salud y a la Virgen del Refugio.

En torno a las dos de la tarde, su hermano mayor, Javier Gómez, anunciaba la decisión. Las condiciones meteorológicas no les permitían hacer una estación de penitencia "digna", decía.

En ese momento se disparó la emoción en la parroquia. Allí se encontraban más de 2.400 nazarenos que mantenían la esperanza de salir, pese a la dificultad del día.

[En imágenes, lágrimas en Nervión por La Sed, que se quedó en casa]

El Miércoles Santo es una jornada de regresos en San Bernardo, un barrio al que vuelven muchos de sus antiguos vecinos para salir en la cofradía, una de las más numerosas de toda la Semana Santa.

Así, no es de extrañar que las lágrimas aparecieran en la cara de muchos de los hermanos, que se resignaron a abandonar la Parroquia invadidos por la frustración.