Médicos durante la manifestación convocada por el Sindicato Médico de Sevilla el 11 de diciembre.

Médicos durante la manifestación convocada por el Sindicato Médico de Sevilla el 11 de diciembre. María José López / Europa Press

Salud

La huelga médica crece del 36 al 43% en Sevilla: “Cuando García hacía oposición decía lo mismo que pedimos nosotros ahora”

La creciente asistencia evidencia el hartazgo del sector médico, que ha tenido que colgar las batas para evitar "la desaparición de la sanidad pública".

Los facultativos señalan que las "jornadas complementarias" y obligatorias no se pagan como horas extras, sino a "veintitantos euros".

Más información: La participación en la huelga de médicos en Sevilla alcanza el 43% en su tercer día consecutivo de parón

Sevilla
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El pasado martes 9 de diciembre dio comienzo una huelga médica convocada a nivel nacional en protesta contra el Estatuto Marco elaborado por el Ministerio de Sanidad, liderado por la también sanitaria Mónica García. En Sevilla, la huelga arrancó con un 36% de participación el martes, que aumentó al 40% el miércoles y alcanzó el 43% en la jornada del jueves.

La creciente asistencia evidencia el hartazgo del sector médico, que ha tenido que decir basta y colgar las batas para evitar "la desaparición de la sanidad pública".

La lucha en esta ocasión de orienta contra la ministra de Sanidad y su Estatuto Marco. "El problema es que cuando Mónica García estaba en la oposición decía lo mismo que nosotros estamos pidiendo ahora", declara a EL ESPAÑOL de Sevilla Rafael Ojeda, presidente del Sindicato Médico Andaluz (SMA).

Según explica el experto, el ministerio "ha sacado un estatuto que perpetúa el modelo del que venimos quejándonos". En este escrito se recogen las guardias obligatorias y una clasificación "donde todos los grados" se acaban mezclando los unos con los otros.

"Nos mete a todos -distintos tipos de sanitarios- en el mismo estatuto con la misma regulación", expone Ojeda, lo que, a juicio de los médicos, es "algo muy confuso".

El representante sindical hace referencia a "retribuciones, organización de las jornadas, horarios". "Hay que acabar con la precariedad que soporta el médico en la sanidad pública, esto no ocurre en ninguna otra profesión, somos el único colectivo que no tiene derecho a la conciliación y al descanso efectivo", protesta Ojeda.

No obstante, esta huelga está repercutiendo directamente contra los pacientes. Según declaraciones del consejero de Salud de la Junta de Andalucía, Antonio Sanz, la huelga ha provocado la suspensión de más de 105.000 consultas de Atención Primaria "en pleno pico de gripe".

A esto se suman cerca de 50.000 consultas externas y unas 2.000 intervenciones quirúrgicas canceladas desde el martes.

24 horas seguidas

Desde Sevilla habla sobre su experiencia Natalia (nombre ficticio solicitado por la fuente). Su jornada ordinaria, que desarrolla en el Centro de Salud Campo de las Beatas, en el municipio de Alcalá de Guadaíra, es de 8:00 a 15:00.

Pero en ese punto no termina el día. A esa franja se le suman las denominadas "jornadas complementarias", que en realidad son guardias obligatorias que desarrolla en el Hospital Virgen de Valme.

Esos turnos "empiezan a las tres de la tarde y terminan a las ocho de la mañana del día siguiente". El resultado: "trabajas 24 horas seguidas entre semana".

Y lo peor, insiste, no es solo el desgaste físico de las largas jornadas de trabajo sin descanso, sino el precio del mismo. "No se paga como horas extra", denuncia. Rafael Ojeda confirma esta situación y puntualiza que "se abonan a veintitantos euros". "Un precio irrisorio", coinciden.

Los fines de semana, el panorama se vuelve aún más crudo, ya que las 24 horas de guardia son a todos los efectos "complementarias", lo que significa que ni siquiera son objeto de cotización.

70 horas semanales

Para Rafael Ojeda, el problema no se limita a las interminables horas de trabajo, sino al propio sistema que las hace inevitables.

"Arrastramos un modelo antiguo. No hay menos médicos que hace veinte años, pero sí mucha más carga asistencial: la población es más mayor, los servicios que ofrecemos son más amplios y se realizan más pruebas que antes", explica.

Esta situación desemboca en semanas que pueden superar las 70 horas de trabajo. "Y eso que la normativa de descansos exige al menos 36 horas semanales, o 72 en un periodo de 14 días", recuerda.

"Cuando salgo por la mañana tras una guardia, llevo 12 o 14 horas seguidas trabajando, buena parte de ellas durante la noche. Es un riesgo para el paciente", advierte.

"No se salva nadie"

Sin embargo, el representante del SMA sostiene que, pese a que su guerra se dirija en la actualidad contra el ministerio de Sanidad y, en concreto, contra Mónica García, "la realidad es que se echan la culpa los unos a los otros, pero la responsabilidad es compartida", en referencia a la guerra fría entre la Junta y el Gobierno central.

En esta situación, reconoce, "nadie se salva". "Me parece absurdo que nos usen unos y otros para pelearse entre ellos", protesta Ojeda, "cuando lo que tienen que hacer es poner solución a las reclamaciones que hacemos".

El conflicto sigue

Entre tanto, el Comité de Huelga de CESM y el Sindicato Médico Andaluz se reunieron este jueves con el Ministerio de Sanidad en un nuevo intento de acercar posiciones sobre el borrador del Estatuto Marco.

Ambas partes acordaron seguir negociando de forma más detallada sobre seis cuestiones centrales —desde la jornada laboral y la clasificación profesional hasta la declaración de la Medicina como profesión de riesgo, la movilidad forzosa y la exclusividad— y fijaron una nueva reunión para el 17 de diciembre.

No hubo compromisos adicionales, por lo que los sindicatos recuerdan que el conflicto continúa abierto y que mantendrán las movilizaciones mientras el ministerio no retire su propuesta actual.

Aun así, valoran que la negociación se haya reactivado tras semanas de bloqueo y atribuyen este movimiento al alto seguimiento de la huelga, que, según señalan, ha llevado al Ministerio a retirar el ultimátum planteado en el encuentro anterior.