Miembros de la Guardia Civil frente a la casa donde apareció el cuerpo sin vida de Anabel.

Miembros de la Guardia Civil frente a la casa donde apareció el cuerpo sin vida de Anabel. EP. Sevilla

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La extraña muerte de Anabel apuñalada en La Algaba: "Su vida era normal, no sabíamos ni que tenía un inquilino"

El cuerpo sin vida de la sevillana apareció el pasado domingo en una de las habitaciones de su casa con varias heridas de arma blanca.

Actualmente, la Guardia Civil sigue investigando los hechos y en busca del presunto asesino.

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Sevilla
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Este lunes, en el municipio sevillano de La Algaba no se hablaba de otra cosa: la extraña muerte de Anabel, una vecina de la localidad de unos 44 años de edad que apareció sin vida en su casa con varias heridas de arma blanca.

La Guardia Civil lleva desde la tarde del pasado domingo, día en el que se recibió el aviso de lo que había ocurrido, investigando los hechos.

Supuestamente, la víctima vivía con un hombre al que le alquilaba la habitación. Este podría ser el presunto homicida, aunque los propios vecinos aseguran a EL ESPAÑOL de Sevilla que no sabían de su existencia.

El lunes, un equipo de la Policía Judicial inspeccionaba la vivienda, ubicada en la calle Buganvilla, en la barriada de Federico García Lorca. Actualmente, todas las hipótesis están sobre la mesa, no descartándose un posible ajuste de cuentas.

Hasta el momento, el Instituto Armado continúa buscando al presunto autor de los hechos, aunque, según aclaran a este medio, no se puede dar ningún avance para no boicotear la labor de los agentes.

Los vecinos de la calle Buganvilla no dan crédito a lo que ha pasado menos de 48 horas en uno de los dúplex aledaños.

Anabel, "la hija de Javier y Ana, gente de toda la vida" de la localidad, apareció en una de las habitaciones de su casa con varias heridas de arma blanca y sin vida.

"No daba problemas"

Supuestamente, fue uno de sus dos hijos -ambos menores de edad- quien encontró el cadáver de su madre. Tras este escabroso hallazgo "llamó a su padre" siendo finalmente este el que dio el aviso al servicio de Emergencias 112.

Inmediatamente, los sanitarios y los agentes de la Guardia Civil se personaron en el lugar de los hechos.

Todos los vecinos consultados por este periódico coinciden: "Anabel era una persona que llevaba una vida completamente normal, como tú y como yo. No daba problemas".

No obstante, "desde hace un tiempo para acá, no tenía muy buenas compañías", sostiene uno de los habitantes de la localidad que prefiere guardar el anonimato.

La víctima vivía en la casa de sus padres, un matrimonio de vecinos "de toda la vida".

En ella se había criado y a ella había vuelto después de separarse de su pareja. Este último, tal y como relatan los vecinos de La Algaba, "es una persona normal, muy sociable y trabajadora", quien, en el momento de los hechos, "estaba trabajando".

Avisó su expareja

"Por la tarde se va a coger naranjas y durante los fines de semana trabaja en uno de los bares del pueblo", un pueblo que, tras la ocurrido, está completamente conmocionado.

Fue él quien, tras el aviso de su hijo menor, llamó a los servicios de Emergencia que, una vez en el lugar de los hechos, solo pudieron certificar la muerte de la sevillana.

Posteriormente, el cuerpo fue trasladado al Instituto de Medicina Legal, lugar en el que se le está practicando la autopsia.

Anabel era la única niña de tres hermanos. Los algabaleños cuentan que se ha llevado toda su vida viviendo en el pueblo.

Primero en la casa de sus padres, luego con su marido y sus dos hijos -un niño y una niña menores de edad- y, tras separarse de su pareja, volvió al sitio que la vio crecer y, ahora, morir.

Los vecinos del barrio subrayan el "camino que estaba tomando últimamente". "Yo no quiero señalar a nadie, pero hace un tiempo que se veía con no muy buenas compañías", relata uno de ellos.

En concreto, quienes la conocían señalan "la muerte de su padre, que era el pilar de la familia", como el momento en el que los hábitos de la mujer "habrían empezado a cambiar".

Tras el fallecimiento de Javier, el padre de la fallecida, su esposa Ana "se había ido de la casa familiar a un pueblo de Sevilla en el que vivía con uno de sus hijos". Por este motivo, Anabel seguía sola con sus dos hijos en La Algaba.

El supuesto inquilino, desconocido

Sin embargo, parece ser que la víctima le estaría alquilando una de las habitaciones a un hombre.

Este inquilino es quien podría ser el autor de los trágicos hechos. No obstante, incluso quienes vivían pared con pared con la ahora fallecida aseguran que no sabían "nada" de esto.

Aunque aún es pronto para sacar conclusiones de qué es lo que ha pasado, lo que sí es cierto es que Anabel, la sevillana de 44 años de La Algaba, murió el pasado domingo después de recibir varias puñaladas a manos de alguien que aún no ha sido detenido.

El trágico suceso no solo deja un pequeño pueblo en el que todo el mundo se conoce conmocionado, sino también dos niños sin madre y una familia completamente rota.