El pasado viernes la localidad sevillana de Brenes amanecía con una noticia que ha dejado al pueblo conmocionado.
Santiago, un joven de 26 años, se presentó en el cuartel de la Guardia Civil del municipio sevillano asegurando que había cometido un parricidio.
Tan solo dos días antes había matado a su madre, Miriam, de unos 50 años de edad y origen latinoamericano tras una acalorada discusión. Los hechos ocurrieron en el piso de la víctima, en el que "vivía sola", según han confirmado a EL ESPAÑOL de Sevilla vecinos de la localidad.
Posteriormente, el supuesto homicida la habría dejado tirada en su cama con un golpe que le habría "desfigurado" parte de la cara. 48 horas después, el presunto autor de los hechos se entregó a las autoridades quedando inmediatamente detenido después de su dura confesión.
Según algunos de los vecinos del municipio, el joven tiene "problemas con las drogas" y era considerado "alguien muy conflictivo". Tampoco saben si estudiaba o trabaja. Sin embargo, sí aseguran tener "miedo".
Unos minutos después de que su hijo declarara lo que había ocurrido un grupo de agentes de la Policía Judicial se trasladó hasta la vivienda para inspeccionarla mientras que varios efectivos de la Policía Nacional custodiaban la entrada del bloque. Desde ese momento, solo podían acceder las personas que vivían en el edificio.
Sobre las 14:00 horas, un juez ordenó el levantamiento del cadáver, que fue trasladado hasta el Instituto de Medicina Legal de Sevilla para practicarle la autopsia.
Un golpe mortal
Una acalorada discusión habría sido el motivo de que el varón le propinase un golpe mortal a su madre, según ha informado la Benemérita a este periódico.
Los agentes trasladaron al supuesto homicida a la vivienda de su progenitora una vez que el cadáver de esta había sido trasladado hasta el centro médico forense en el que se esclarecerán las causas de su muerte.
Santiago estuvo unos diez minutos en el interior del inmueble y salió tal y como entró: esposado, con la cabeza agachada y con una mascarilla con la que ocultaba su nariz y boca. El atuendo impidió que todos los curiosos y medios que aguardaban fuera viesen su cara.
Desde el pasado miércoles, los vecinos de Brenes habían hecho su vida con total normalidad. Completamente ajenos a la noticia de que en una de las casas del municipio yacía el cuerpo sin vida de Miriam desde hacía 48 horas.
El trágico suceso se dio a conocer este viernes cuando, alrededor de las 11:00 horas, el joven se personó en la comandancia de la Guardia Civil para confesar el supuesto crimen.
Trabajaba cuidando a ancianos
Según relata a EL ESPAÑOL de Sevilla una de las vecinas de la localidad, "ella vivía en Brenes desde hace ya años y trabajaba cuidando a una persona mayor" del municipio.
La víctima hacía vida completamente normal. Frecuentaba los bares y cafeterías de la localidad como una vecina más tras dejar Brasil, el lugar que la vio crecer, hace años. En el pueblo de Sevilla en el que su "único hijo", supuestamente la ha matado, llevaría viviendo siete.
Ahora, pasaba sus días en uno de los pisos del bloque Gomi, ubicado en el número 57 de la calle José Fernández Vega de la mencionada localidad, casi donde acaba el pueblo.
La dueña de un bar del municipio, asegura que "ella estaba intentando vender su domicilio porque era un bloque un tanto conflictivo".
En este sentido, afirma que "una de las vecinas que vivía allí era okupa" y que "muchas veces causaba problemas". Incluso, según la misma testigo, "hubo quien tuvo que vender su casa porque la situación en el edificio era inaguantable".
Asimismo, cuenta que "entre la madre y el hijo no había muy buena relación". Sin embargo, la víctima compartió en sus redes sociales esta misma semana una fotografía en la que mostraba a su hijo. Antes de lo acontecido, el joven vivía con su padre, de origen español y que se había separado de Miriam.
En cuanto al supuesto homicida, muchos en el pueblo aseguran que no lo habían visto en su vida. "La conozco de vista. Vivía en la misma calle donde tengo mi negocio, pero nunca la he visto con su hijo", señala otra de las brenenses.
"Nos hemos quedado muy sorprendidos. En la vida nos íbamos a imaginar que alguien así vivía tan cerca. Si eres capaz de matar a tu madre, de qué no lo eres", lamenta la dueña de uno de los comercios de la misma calle en la que Miriam vivía.
Los vecinos denuncian la "inseguridad"
Los vecinos de Brenes han denunciado a este medio "la inseguridad que se vive en el pueblo desde hace un tiempo". En concreto, hablan del último año. Según los habitantes de la localidad, "ahora hay muchos más robos y violencia".
"Estamos destrozados. El otro día le dieron cuatro puñaladas a un joven en una calle cercana. Es una locura lo que está pasando aquí y no sabemos por qué", relata el dueño de otro bar.
El mismo afirma "tener miedo de que le pase algo a sus hijos" y asegura que intentan "salir por la noche lo menos posible".
Por su parte, el Ayuntamiento ha decretado un día de luto oficial en memoria de Miriam, mientras la Guardia Civil continúa con la investigación para esclarecer lo ocurrido.
