E.E.
Sevilla
Publicada

El networking ha llegado para quedarse. Y el club de Sevilla Tom Collins es uno de los responsables. El objetivo de esta forma de hacer negocios está claro: forjar y mantener relaciones con personas del mundo empresarial de manera más relajada y distendida.

De este modo, quienes apuesten por esta nueva forma de trabajar, pondrán el foco en el intercambio de información, recursos, oportunidades y apoyo, ampliando así sus relaciones laborales y proyectos de trabajos futuros.

La cultura, el ocio y el negocio son los tres pilares fundamentales del ADN de este club sevillano, que cuenta en la actualidad con una veintena de socios. Cabe destacar que estos valores se ven plasmados incluso en su nombre, que también es peculiar. Tom Collins proviene de un chiste que ganó popularidad en Estados Unidos.

Los hechos ocurrieron durante la década de 1870. Una conversación de dos amigos acabó en que uno de ellos le confesó al otro que un tal Tom Collins estaba hablando mal de él. El afectado salió a buscar a la persona que lo estaba calumniando sin percatarse de que era mentira.

La historia alcanzó tal popularidad en los periódicos sobre este personaje ficticio, que un barman dio su nombre a un cóctel para que todo aquel que ingresara al bar preguntando por Tom Collins estuviese involuntariamente pidiendo la bebida.

Miembros de Tom Collins en uno de sus eventos mensuales.

Con este peculiar nombre, el club de negocios Sevilla Tom Collins se ha propuesto ensalzar esta dinámica que está transformando por completo las relaciones laborales. Para ello, cada mes, la entidad hispalense lleva a cabo un encuentro en la capital andaluza. Los asistentes se dan cita en el hotel Vinci La Rábida de Sevilla.

Durante la última reunión, el presidente de Sevilla Tom Collins, Tristán Tristán, agradeció a todos los asistentes haber apostado de nuevo por esta iniciativa que, además, está arrasando en el mundo empresarial.

En paralelo, Tristán subrayó los objetivos de la entidad: el crecimiento empresarial de sus socios y convertirse en un espacio donde los miembros se apoyan mutuamente en un entorno de colaboración y valores compartidos.

Cada cita está protagonizada por un empresario. Concretamente, este cuenta sus vivencias personales y laborales con el fin de que todos los asistentes se vayan impregnando de las experiencias y conocimientos ajenos. Además, cabe destacar que cada socio puede llevar a un invitado.

El último encuentro tuvo un carácter más social. Contó su experiencia el responsable de Administración de la casa Ronald McDonald de Sevilla, Álvaro Rodrigo García, que acoge a familiares de niños que precisen ingreso hospitalario de larga duración.

De esta forma, el club Tom Collins Club de Negocios pretende que cada miembro se sienta uno más a la vez que conocen detalles y curiosidades de su entorno y amplía su red de contactos.

Además de los encuentros mensuales, el club celebra cada año un gran evento comercial con un invitado especial, con el mismo objetivo: fortalecer las relaciones entre empresarios en un ambiente mucho más relajado con un Tom Collins en mano haciendo honor a su nombre.