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Hasta siete ministros arroparon este martes al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la cumbre de la ONU que se celebra estos días en Sevilla. Es un tercio del extenso Consejo de Ministros con el que cuenta el socialista.

Por el encuentro internacional pasaron desde José Manuel Albares, ministro de Exteriores, hasta Mónica García, titular de Sanidad. También Sara Aagesen, de Medio Ambiente o Carlos Cuerpo, quien tiene la cartera de Economía, Comercio y Empresa de España.

Se les sumaron Ana Redondo, ministra de Igualdad, Elma Sanz, de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones o Sira Rego, de Juventud e Infancia.

Tamaña 'escolta' respalda al presidente del Gobierno, en las horas más bajas de su mandato por el caso Santos Cerdán que ha dado con el exsecretario de Organización en la cárcel por un presunto caso de corrupción.

Además de esa guardia férrea en el cierre de filas, Sánchez se ha blindado dentro de sí mismo. En una suerte de exilio interior, el presidente del Gobierno evita hablar de nada que no tenga que ver con el encuentro de la ONU.

Discursos

Tampoco de esto desvela muchos datos nuevos. De hecho, el lunes repitió en dos ocasiones el mismo discurso al intervenir en alguno de los actos de la convención de la ONU. Este miércoles no fue diferente e insistió en ideas ya contadas o en desarrollar levemente planes de futuro. Sobre Santos Cerdán, persona de su total confianza y ahora en prisión por un presunto caso de corrupción, ni palabra.

De sus ministros, quien más se ha prodigado en la cumbre es Cuerpo, con seis actos. Le sigue Aagesen, con 5. Albares ha tenido este miércoles 4. Los demás, uno o dos solo.

Frente al hermetismo de Sánchez, Juanma Moreno. El presidente de la Junta se estrenó este miércoles en una cumbre de la ONU primero con un paseo por la zona de prensa donde departió con los periodistas presentes.

Tras una entrevista, respondió a los medios de comunicación a las preguntas que cupieron en el tiempo que tuvo que esperar para participar en uno de los actos de la jornada. Habló de los problemas de Renfe, del paro o de su partido. No rehusó cuestiones.

Sea como fuere, estas son cuestiones internas. Porque la cumbre de la ONU sigue otros tiempos que no son los españoles. Este miércoles un señor vestido con un vestido hecho con tela de saco paseaba por Fibes saludando gente. El despliegue de personas de todo el mundo generaba un contraste constante de telas, estampados y trajes típicos.

La cumbre de la ONU agota sus últimas horas. Este jueves la clausura Pedro Sánchez. Después tendrá que volver a Madrid. Allí le espera una crisis como pocas ha vivido en su partido. Sevilla y su calor será incluso un buen recuerdo de oasis ante el incendio que le viene.