Hay días en los que todo comienza de una forma distinta. Tras levantarme a las cinco y media de la mañana y salir a correr muy temprano escuchando música disco de los ochenta que me hacía tomar velocidad al ritmo del sonido, poco después me encontraba realizando unos convenientes estiramientos.

A las siete y media estaba en la avenida esperando la llegada del taxi que me llevaría a la televisión. Junto al semáforo, la gente se paraba y esperaba con paciencia la luz verde. Colegiales, obreros, profesionales, funcionarios, que van a su lugar de estudio o de trabajo en una rutina diaria. Recordaba aquellos años de instituto.

Respiras el primer aire de la mañana al amanecer, con ganas de comerte el mundo, todo va bien, no hay problemas, será un gran día. Subí al taxi y no quise repasar de nuevo los temas que se iban a tratar en el plató, porque sería como cuando quieres repasar minutos antes del examen. La mente ha de relajarse, mejor intentar no pensar en nada en esos instantes.

Una simpática azafata me recoge en la puerta y me lleva hasta la sala de espera con sofá y sillones de color café con leche y una mesita en medio. Pido agua muy fría y un café americano. La pantalla del fondo está conectada al programa en el que minutos después intervendré.

Antes de pretender tomar mi segundo sorbo de café, Leticia abre la puerta de hoja doble y me invita a maquillarme acompañándome a la sala en la que sólo en un minuto cumplen con su cometido los profesionales que intentan paliar el efecto de los focos sobre mi rostro. Sin embargo, mi compañera de mesa charla distraídamente con varias maquilladoras que de camino le retocan su melena.

Vuelvo a la sala de espera y allí está un profesor con el que converso sobre la economía, los precios y Madrid. Él sale antes y mientras espero a que me coloquen el micrófono en la trastienda, tras las cámaras que se mueven y algo alejado de los potentes focos que iluminan el escenario en el que cuatro intervinientes dan vida a las noticias más interesantes de los últimos días.

Economía, salud y el tiempo explicado por una presentadora especialista en exponer cómo el clima puede cambiar un día programado sin pensar en los chaparrones e inundaciones que tendrían lugar en las siguientes horas. Pero la meteoróloga nos lo advirtió en ese momento señalando al mapa de la pantalla con el cursor que se movía por el verde, el azul, el amarillo y el naranja, en unos círculos concéntricos que variaban su forma al desplazarse por ese plano.

Vienen los anuncios y aprovechamos para tomar asiento junto a los dos presentadores que en ese momento repasan atentamente sus notas. Un equipo de técnicos en cámaras está al mando de las mismas en forma de semicircunferencia. Miro a las que creo que son las mías y a la pantalla en la que está escrito el guión.

Silvia me saluda amablemente, Sergio también. Todavía quedan unos segundos de publicidad pero la cuenta atrás comienza por el regidor. Recuerdo en esos momentos mis días en Madrid en los platós de los programas que me invitaban para hablar sobre el asesinato del doctor Edwin Arrieta. De estar a punto de tomar el avión para Londres a pasar una semana en Madrid dedicándola a posar bajo los focos en tertulias con fondos de imágenes de una isla paradisíaca convertida en un infierno para la víctima y su verdugo.

Comenzamos, se introduce el primer tema con contenido penal y luego me pregunta Silvia sobre las consecuencias penales de unos hechos que han tenido lugar recientemente. Yo hago mi exposición como si quien me preguntase fuese un cliente que en el bufete me inquiere sobre lo que le va a pasar a un familiar que se ha metido en un problema. Me refiero a los posibles delitos que se han cometido de acuerdo con el relato de los hechos y las probables penas que se aplicarán en un futuro juicio.

El robo del Louvre, espectacular, conmueve a los parisinos, a toda Francia y al mundo ¿Cómo no había más protección para esos tesoros? Y ahora, un breve descanso en el que conversamos con Silvia y Sergio, Cristina y yo. Nos reímos mientras disfrutamos de esos segundos en los que la adrenalina brota y estos grandes profesionales nos relajan con su tono.

Fernando desde arriba lo ha organizado todo para que cada parte del programa encaje con la otra. Muchas gracias, Canal Sur.