Hoy hace un año que nos vemos los domingos por esta ventana sevillana que me abrió El Español. Desde entonces, y con este, van en total cincuenta columnas -como los clásicos no escribí en agosto- con las que compartimos el desayuno el séptimo día de la semana.

Decía Camilo José Cela que a siete años de un suceso, el suceso ya es otro. En el siglo XXI podríamos decir lo mismo para referirnos a los siete días después y comprobar así la dificultad que supone intentar escribir un articulo semanal sin tener que modificarlo demasiado a última hora para que no pierda actualidad. Lo cierto es que desde que Carlos Navarro me animara a escribir opinión hace años, hasta que me puse a ello, pasaron casi siete años. Desde hace doce meses disfruto la mañana de los domingos. El café, la tostada y las horas jugueteando con el móvil para responder a todos aquellos que desde entonces me escribís a través de las redes sociales.

El sabio refranero español se refiere a climas como los de este invierno con el famoso ‘Año de nieves, año de bienes’. Favorable para las buenas cosechas. Como todos los amigos que de alguna manera nos reunimos -ya sea a través de audios, mensajes directos, WhatsApp…- cada semana desde aquel 4 de febrero de 2024.

Una de las primeras en enviarme sus comentarios cada semana es la entrañable Angelita Yruela. Saetera de la que aprendo en cada audio recibido, que espero cada día con gran ilusión. Los escucho siempre con gran interés. En una ocasión me asusté porque estuvo dos semanas sin escribir. La llamé. No hay mayor forma de ganarse la confianza de un periodista -y la amistad-, que el trato personalizado (benditas redes sociales). Afortunadamente no ocurrió nada grave y salió más o menos airosa de un accidente doméstico del que ya se recupera. Desde entonces siempre me comenta los artículos ilustrándolos con sus maravillosos recuerdos de la Sevilla que se nos fue. “Hay otro mundo fuera de lo nuestro”, comenta siempre. Maestra de vida. La pasada semana me animó a no dejar de escribir para que pudiera “seguir aprendiendo” de estos textos ¡Ay madre! Aprender dice…

Muchas gracias a todos aquellos con los que he coincidido a lo largo de mi vida profesional en algún medio para opinar sobre estos escritos: Pilar, Antonio, Paco, Pepa, María, Andrés, Javier… por su ayuda y mensajes de ánimo y apoyo. Esta semana quiero expresar mi más sincero agradecimiento a cada uno de vosotros. No existe una forma más gratificante que ver que aquello que intento compartir encuentra eco en vuestras palabras. Cada vez que leéis, comentáis o simplemente os detenéis a reflexionar en esta columna siento que esta experiencia merece la pena. Gracias por tomaros el tiempo de acompañarme, por mostrar interés y por ser parte fundamental de este proyecto. Sois los verdaderos protagonistas, pues sin vuestro apoyo este espacio no podría seguir existiendo.

Es un honor poder compartir pensamientos, recuerdos, reflexiones y emociones con un grupo tan diverso. Personas sin siglas que, a pesar de las diferencias, nos une una misma pasión por descubrirnos cada semana. Por vivir. Me alegra saber que de alguna manera puedo ser una pequeña parte en vuestro día, y ofrecer algo que tal vez nos inspire o nos haga pensar de una manera distinta. Estoy convencido de que, juntos, podemos seguir creciendo en este espacio, compartiendo ideas y experiencias que nos enriquezcan mutuamente.

No hay mayor bien que la amistad. Si como hasta ahora, alguna vez estás interesado en que escriba en este espacio sobre algún tema concreto, solo tenéis que contactar a través de las redes (@sevillaclick). Al final, bien. Desde estas líneas aprovecho para agradecer vuestra paciencia durante estos 365 días. Ojalá podamos seguir muchos años más dándonos los buenos días los domingos antes del primer café a través de este medio. No obstante, sigue siendo líder de audiencia digital día a día. Gracias. La primavera se acerca…