El empresario taurino José María Garzón.

El empresario taurino José María Garzón.

Sevilla

Así es Garzón, el nuevo empresario de la Maestranza: hecho a sí mismo y obsesionado por llenar las plazas de juventud

Garzón se quedó huérfano a los catorce años. Viajaba junto a sus padres cuando un trágico accidente segó la vida de sus progenitores y, en parte, la suya.

Más información: El empresario José María Garzón se hace con la gestión de la plaza de la Maestranza tras casi un siglo de control de Pagés

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La noticia caía como una bomba a las 14,04 horas de este sábado. En Sevilla y en toda España por la repercusión que causa la Feria de Abril en todo el panorama taurino nacional.

Con dos frases en el cuerpo de un correo electrónico, la Real Maestranza de Caballería marcaba un cambio de era y, a la vez también, un tsunami en el mundo empresarial.

"La Junta General de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla ha designado a don José Maria Garzón como empresario de la plaza de toros de Sevilla para los próximos cinco años".

Pero ¿quién es José María Garzón? Un empresario hecho a sí mismo y obsesionado por llenar las plazas de toros de juventud.

En la actualidad es gerente de la firma Lances de Futuro, empresa que nació en 2006, y que cuenta en su haber la gestión de plazas tan destacadas como la de Santander, Córdoba, Málaga o El Puerto, entre otras de tercera categoría como Almería o Cáceres.

Desde sus inicios, Garzón tuvo claro que quería hacer las cosas de otra manera y que podía hacerlas, sobre todo por la afición desmedida que siente por la tauromaquia. En todas las plazas que ha gestionado ha dejado su impronta, también por su sensibilidad a la hora de confeccionar los carteles.

Hombre discreto, en las últimos meses cuando ya se conocía que la Real Maestranza podría plantearse el cambio de era tras casi un siglo gestionando el coso la empresa Pagés, siempre contestaba lo mismo: "¿A quién de los aquí presentes no le gustaría ser el empresario de la plaza de toros de Sevilla?".

En su respuesta, ya lo decía, soñaba con ello y desde este sábado ya es una realidad. Su infancia le marcó mucho su forma de entender la tauromaquia y la vida.

Hecho a sí mismo, Garzón se quedó huérfano a los catorce años. Viajaba junto a sus padres cuando un trágico accidente segó la vida de sus progenitores y, en parte, la suya y la de sus hermanos, cuando volvían de un tentadero.

El toreo le sirvió como vía de escape. Con apenas 18 años se compró, junto a sus hermanos, cuarenta vacas de Núñez del Cuvillo, convirtiéndose en ganadero aún con la cara de un niño.

Aquella aventura le duró casi dos décadas, años en los que se fue forjando para después desarrollar su faceta empresarial.

Es también apoderado del torero Juan Ortega y le obsesiona que los tendidos se llenen de gente joven porque es el futuro, por lo que crea abonos específicos con precios mucho más bajos.

Para llegar a ese público cuida mucho la comunicación de sus plazas, de sus campañas y su continua presencia en redes.

Desde este sábado se alza aún más como uno de los pesos pesados del empresariado taurino. No pertenece a ninguna patronal y desde hace años agarró con fuerza la bandera de aires renovadores para la fiesta de los toros.

El nuevo contrato con la Maestranza durará cinco años y será exclusivo para la explotación taurina de la plaza.

Se trata de un contrato adaptado a los nuevos tiempos en el que los maestrantes quieren llevar la batuta en el aprovechamiento museístico y turístico. Se trata del tercer espacio más visitado de la ciudad.

Y con estos nuevos tiempos llegará José María Garzón a los despachos de Sevilla, tras ese escueto comunicado en el que faltan explicaciones sobre cómo será la transición para que la próxima Feria de Abril brille con luz propia. Conociendo a Garzón, por él no va a quedar.