La Policía, en el domicilio de Montellano Montellano/ Sevilla
La sombra del yihadismo no se disipa: "En Sevilla ha habido intención real de matar en los últimos años"
El experto en yihadismo Manuel R. Torres sostiene que ha pasado de ser un fenómeno importado con la inmigración a ser una realidad autóctona.
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"Hay que ser conscientes de que el terrorismo es una amenaza permanente", sostiene con rotundidad Manuel R. Torres, referente internacional en el estudio del yihadismo y catedrático en la Universidad Pablo de Olavide (UPO). Ejemplo de ello es que, en Sevilla, "ha habido intención real de matar en los últimos años".
El experto explica a EL ESPAÑOL de Sevilla que, en los últimos 5 años, "una serie de operaciones consiguieron frustrar intentos de provocar un atentado". Es el caso de dos estudiantes de la Universidad de Sevilla que buscaron atentar contra la Semana Santa o el de un joven de Montellano que experimentaba con explosivos en su propio hogar.
En 2019, dos estudiantes de Filología Árabe en la US "buscaron la posibilidad de atentar en la Semana Santa de Sevilla". La detención se llevó a cabo en el barrio de Su Eminencia en plena resaca del Martes Santo.
La segunda, también protagonizada por un menor de edad, fue mucho más reciente: en enero de 2024. El joven experimentaba en su domicilio con "un explosivo casero que había fabricado" y que, según informó la Policía Nacional en aquel momento, tenía la intención de usar para atentar en su propio instituto.
Estos hechos, según Torres, son elementos "preocupantes". "Al final, la acción contra el terrorismo en Sevilla no se ha limitado solo a tratar de sacar de la circulación a personas que hacen apología del yihadismo, sino que hemos visto cómo algunos de estos individuos claramente tenían la intención de cometer atentado y matar cuantas más personas mejor".
Población muy joven
"Buena parte de los detenidos en el último año es población muy joven", igual que sucedió con los casos reportados de Sevilla. Y es que, según el especialista en terrorismo yihadista, "es un fenómeno en crecimiento".
Manuel R. Torres sostiene que es algo que no se había dado antes. Cuando tuvo lugar el 11M, el grueso "de los individuos relacionados fueron inmigrantes de primera generación", es decir, "personas que en su mayoría venían radicalizadas al territorio español".
La situación ahora está transformándose: "En todos estos años lo que vemos es una evolución del fenómeno donde ahora son mayoría las personas nacidas y con nacionalidad española". Las segundas y terceras generaciones.
En este sentido, explica que se ha producido una transformación de la demografía del Islam dentro de España. "Ha pasado de ser un fenómeno principalmente importado a través de la inmigración a ser una realidad autóctona, donde buena parte de los musulmanes que residen en España son ciudadanos españoles nacidos de familias musulmanas que ya estaban instaladas en nuestro país".
Manuel R. Torres, referente internacional en el estudio del yihadismo y catedrático en la Universidad Pablo de Olavide.
Conflicto de identidad
Para contextualizar este fenómeno, Torres expone que hay constataciones "de que el discurso yihadista ha tenido más éxito entre generaciones que padecen un conflicto identitario".
En palabras del catedrático, las segundas y las terceras generaciones están formadas por personas que, en ocasiones, presentan ciertos conflictos relacionados con su propia individualidad. Están relacionados con "qué se espera de ellos".
"Ahí cala en mayor medida ese discurso de radicalización", desarrolla, ya que se aprovecha de esa crisis existencial.
De esta forma, la educación debe tratar de aportar las respuestas que muchos de estos menores van buscando. "Cuando estos jóvenes tengan cada vez más claro quiénes son y qué supone la vida en comunidad y qué se espera de ello, no tendrán que buscar esa respuesta en otros lugares".
Yihadismo e inmigración
Otro de los aspectos cruciales en la lucha contra el terrorismo es la asociación "simplista" que se da entre el yihadismo y la inmigración.
"Se trata de una simplificación en la medida en que el terrorismo moviliza a un número minúsculo de las personas que pueden formar parte del proceso migratorio", afirma.
Además, según su experiencia, el fenómeno terrorista ya no es exclusivamente algo que afecta a población exógena del país, "sino que muchos de estos individuos se han radicalizado dentro de nuestras fronteras".
"Son nacionales españoles, no están vinculados al fenómeno migratorio", insiste el catedrático de la UPO.
"Es el caso del último gran atentado que tuvo lugar en España", expone el experto haciendo referencia a los hechos ocurridos en Cambrils. En este suceso, "ninguno de los implicados era inmigrante".
Visión distorsionada
"Son jóvenes nacidos y educados en el sistema educativo español, pero afectados por estos procesos de radicalización, hasta el punto de llevarlo a protagonizar esos atentados", matifica.
El especialista reconoce es algo "muy complejo", pero aprovecha para hacer una aclaración: "las vinculaciones entre inmigración y terrorismo lo único que hacen es dar una visión distorsionada del problema".
"Para alguna audiencia puede resultar muy reconfortante", ya que puede parecer que "poniendo frenos a la inmigración también se ponen frenos a problemas". "Nada más lejos de la realidad", zanja.
Manuel R. Torres afirma de forma rotunda que "las personas que propagan el discurso de inmigración igual a terrorismo le están haciendo el trabajo a los terroristas".
El motivo es que se termina creando una estigmatización que solo contribuye a generar una victimización hacia personas que no tienen nada que ver con el mundo del radicalismo yihadista.
"Hace que personas ajenas se sientan aludidas por las acusaciones y se lancen a los brazos del discurso radical", en la medida en que empiezan a creer que la decisión que hacen los propios yihadistas sobre una incompatibilidad entre el Islam y el mundo occidental es cierta.
Una amenaza vigente
En cualquier caso, el mensaje que Torres quiere entonar es que "la amenaza del terrorismo no está amortizada".
"Aunque ya no ocupe los titulares que ocupaba hace años, cuando el Estado Islámico estaba en plena efervescencia en Siria e Irak, el problema no ha desaparecido", insiste. Prueba de ello es que, en término de detenciones, "este año se han superado todos los récords de años anteriores".
Según los datos aportados por el Observatorio Internacional de Estudios sobre el Terrorismo, en lo que llevamos de 2025 (con información actualizada hasta julio) se han producido 46 operaciones con 78 detenidos. En Sevilla, una operación realizada el 19 de mayo se saldó con la detención de una persona.
Si se compara con 2024, en el cómputo total del año se llevaron a cabo 49 operaciones con 81 detenidos.
"Hay que ser conscientes de que el terrorismo es una amenaza permanente y que, como sociedad, tenemos que saber convivir con ese problema y digerir en ocasiones los efectos violentos que puedan producirse", concluye el experto.
El asumir estas situaciones es, precisamente "no facilitar la acción de los terroristas", ya que "cuando más sorpresa crean, cuando el shock que provoca su violencia es mayor, sus resultados también son más óptimos desde su perspectiva". Crean, al final, más terror.