Un grupo de 20 personas agreden a un vigilante del hospital Virgen del Rocío: tuvo que intervenir la Policía

Los vigilantes de seguridad de los hospitales de Sevilla quieren más seguridad. Así lo señalan tras la última agresión que han sufrido, esta vez en el Virgen del Rocío, donde un grupo de 20 personas golpearon con violencia a uno de ellos al punto que tuvo que intervenir la Policía Nacional.

Ocurrió la pasada semana en el hospital de referencia de Sevilla. El vigilante estaba en la zona de acceso a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), donde observó que había unas 20 personas, todas del mismo grupo y que acompañaban a un mismo paciente. Al pedirles que despejara la zona, le pegaron.

Los hechos, señala el vigilante, le han dejado contusiones y golpes por todo el cuerpo. No se dio de baja por la agresión, señalan fuentes de su sindicato, Csif, puesto que tenía una operación programada para el día siguiente. Pero cuentan sus compañeros que quedó dolorido por los golpes.

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Señalan desde Csif que el vigilante solo pidió a los 20 acompañantes que tenían que cumplir con el protocolo de visitas, que limita el número de personas por paciente. Ante esto, se pusieron agresivos, cuentan, y comenzaron la agresión. Tuvieron que intervenir agentes de la Policía Nacional para parar los golpes.

Para los vigilantes, el problema es más amplio que esta agresión. Señalan desde el sindicato Csif que "el incidente evidencia la desprotección de los trabajadores y, especialmente, el desamparo jurídico en que se encuentran, así como la falta de una voluntad política determinante para la erradicación de estos casos".

Más agresiones

De hecho, esta agresión "no es aislada" puesto que, "según datos del Ministerio del Interior, en 2023 se registraron más de 1.500 incidentes violentos contra estos profesionales, un aumento del 25% respecto al año anterior. Las agresiones varían, desde insultos y amenazas, hasta ataques físicos, que pueden resultar en lesiones graves".

CSIF subraya, en este sentido, el notable incremento desde 2013 hasta 2025, con una tendencia ascendente, pasando de 439 agresiones en 2013, a más de 1.600 estimadas para 2025, con picos especialmente destacados en los últimos años. Este aumento refleja la creciente exposición al riesgo de estos profesionales y subraya la urgencia de mejorar su protección jurídica y laboral.

El sector denuncia asimismo que se produce una agresión cada siete horas y que la respuesta penal sigue siendo insuficiente, ya que estos profesionales no gozan de la protección reforzada que sí ampara a otros colectivos profesionales.

Contra esto, desde este sindicato plantean la necesidad de "un amparo jurídico específico denunciada por CSIF coloca a los trabajadores de la seguridad privada en una posición de gran vulnerabilidad ante episodios violentos, lo que no solo dificulta su labor, sino que también los expone a riesgos innecesarios en su día a día".