Cenotafio del poeta sevillano Gustavo Adolfo Bécquer en San Jerónimo.

Cenotafio del poeta sevillano Gustavo Adolfo Bécquer en San Jerónimo.

Sevilla

La tumba secreta de Bécquer está en este rincón al norte de Sevilla: el barrio donde el poeta quiso ser enterrado

Cuentan las leyendas que Bécquer vivió algún delirio de amor en este barrio sevillano, tanto es así que lo usó de inspiración para 'La venta de los gatos', uno de sus escritos más conocidos.

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Sevilla
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Todo sevillano conoce el lugar de sepultura de Gustavo Adolfo Bécquer, uno de sus poetas más emblemáticos. Este hilandero de palabras ve reposar sus restos en el Panteón de los Sevillanos Ilustres, en el interior de la Iglesia de la Anunciación.

Sin embargo, sus deseos de sepultura, que dejó por escrito con apenas 28 años, eran muy distintos: quería ser enterrado en la ribera del Guadalquivir. Y, aunque solo de forma conmemorativa, así fue. Una lápida blanca con una cruz reposa en el barrio de San Jerónimo, escondido de los ojos que no saben mirar, con la inscripción G. A. Bécquer.

"Cuando yo tenía catorce ó quince años, y mi alma estaba henchida de deseos sin nombre, [...] todos mis cantores sevillanos, dioses penates de mi especial literatura, me hablaban de continuo del Bétis majestuoso, el río de las ninfas, de las náyades y los poetas", describe el poeta sevillano en su colección epistolar Desde mi celda (1864).

"Soñaba que la ciudad que me vio nacer se enorgulleciese con mi nombre, añadiéndolo al brillante catálogo de sus ilustres hijos; y cuando la muerte pusiera un término á mi existencia, me colocasen para dormir el sueño de oro de la inmortalidad á la orilla del Bétis", rezaba su plegaria.

"Una piedra blanca con una cruz y mi nombre, serían todo el monumento". Su Sevilla natal tardaría más de cien años en cumplir los deseos de su hijo poeta, pero en 2013 se asentó en el margen del río que mira para Sevilla un cenotafio de idéntica descripción a la que el poeta aludiera en su juventud.

Cenotafio de Bécquer.

Cenotafio de Bécquer.

"En Sevilla, y en la margen del Guadalquivir que conduce al convento de San Jerónimo, hay, cerca del agua, una especie de remanso que fertiliza un valle en miniatura, formado por el corte natural de la ribera, que en aquel lugar es bien alta, y forma un rápido declive", se expresa el poeta.

Idilio de amor de Bécquer

Cuentan las leyendas que Bécquer vivió algún delirio de amor en este barrio sevillano. Tanto es así que uno de sus escritos más conocidos, La venta de los gatos, ahonda en el amor entre dos jóvenes que se conocen en San Jerónimo, en la taberna que da nombre a la historia.

El protagonista, Tomás, se enamora perdidamente de la belleza y el misterio de Amparo. La leyenda mezcla la atracción romántica, el costumbrismo sevillano y un tono siniestro, con ecos de civilizaciones antiguas, para construir una historia breve pero envolvente.

Con el estilo gótico que caracteriza a Bécquer, desarrolla, dentro de un magistral misterio, cómo el protagonista se ve atrapado entre la fascinación amorosa y un mundo oscuro que lo supera, dejando al lector con una sensación de inquietud y ambigüedad.

Con el corazón depositado en el norte de la ciudad de Sevilla, no es de extrañar que el ilustre poeta quisiera reposar cerca de una barriada que le sirvió de inspiración, de descanso y de lugar de culto para el amor.