Miguel Ángel Perera pega un derechazo al toro 'Anárquico' premiado con la vuelta al ruedo.
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El dominio de Miguel Ángel Perera con 'Anárquico', un volcán de bravura de Santiago Domecq
La presentación de la corrida fue excelente con varios toros muy en tipo de Sevilla con más calidad que fondo. A ese segundo se le dio la vuelta al ruedo.
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Anárquico de Santiago Domecq está llamado a ser uno de los toros de la Feria de Abril y Miguel Ángel Perera, el creador de una de las faenas más macizas, de poder y mando, marca de la casa.
Le tenía cortadas las dos orejas a ese volcán de bravura de pelo colorao, muy entipado y con trapío que fue premiado con la vuelta al ruedo, pero todo lo emborronó con el descabello. Hasta dos avisos escuchó.
Muy limpias fueron las verónicas del extremeño y, como suele ser habitual en él, no le pegó mucho en el caballo con el objetivo de que en la muleta se viniera arriba. Y así fue porque Anárquico embistió con todo y persiguió los vuelos con codicia durante todo el trasteo.
Los derechazos fueron largos y profundos con el toro haciendo el avión. Perera lo enganchaba hasta llevárselo detrás de la cadera, muy ceñido y enroscándoselo a la cintura. Y todo ello en un palmo de terreno en el que nunca rectificó.
Por el izquierdo la faena mantuvo la intensidad, llevándolo largo, con mucho mando y temple. Culminó su trasteo con unos naturales finales sueltos sin mover una zapatilla y los cambios de mano tuvieron mucho eco en el tendido, pero Anárquico vendió cara su muerte.
Cierto es que ha estado por encima de sus hermanos, pero la mayoría han tenido buena condición aunque faltos de fuerza como ese quinto que también le tocó a Perera y todo se quedó en un intento. A este sí lo mató a la primera.
Manuel Escribano se fue a la puerta de chiqueros a esperar al primero y casi lo arrolla pasada la boca de riego. Qué bonito es ver acudir a un toro bravo al caballo desde lejos como lo hizo este Duquesito y arrancarse como un tren en banderillas.
El de Gerena comenzó su faena con pases cambiados por la espalda en los medios a un animal que tuvo clase, pero que se vino abajo muy pronto sin que la faena tomara vuelo ante un toro que fue aplaudido en el arrastre por el gran tercio de varas que protagonizó. Quizás con otro planteamiento...
Con el cuarto, de preciosa estampa y muy en línea con el considerado toro de Sevilla, intentó levantar los ánimos del personal con el tercio de banderillas. Muy arriesgado fue el último par tras esperarlo sentado en el estribo.
Sin embargo, toda la emoción se quedó ahí también porque al de Gerena, muy sobrado en otras cualidades, le faltó pulso y torería para hacerlo romper hacia adelante y sacarle su buen fondo.
Borja Jiménez tampoco ha tenido su tarde en su último paseíllo de la Feria de Abril. Hizo un gran esfuerzo con el tercero para echarlo hacia adelante. Preciosos fueron los genuflexos iniciales abriéndole los caminos al toro e hilvanar una faena de mucho mando sobre todo al natural. Sin embargo, Zahareño, aunque se movió, cada vez se quedaba más corto.
Pero el de Espartinas no quería que pasara en blanco y de fue a la puerta de chiqueros a esperar a Almirante. Animó al personal con un variado quite entre verónicas y chicuelinas que cerró con una media de manos muy bajas.
Cogió al caballo por los pechos, pero el picador Plácido Sandoval pudo mantener el tipo ayudado por la experiencia del equino justo antes del tercio de banderillas, algo caótico porque el animal embestía a arreones y puso en apuros a los subalternos.
Comenzó de rodillas ante la esperanza de que el encastado sexto le sirviera para, al menos, animar al cotarro, pero el trasteo fue muy intermitente con derechazos intercalados más profundos, pero con poco relieve. Mañana más y mejor, que repite Perera junto a Roca Rey y Juan Ortega y el lleno está asegurado...