
Jesús Castillo, catedrático de Ecología de la Universidad de Sevilla. Sevilla
Jesús Castillo, catedrático de Ecología de la US: "El desierto de Sáhara llegará a Sevilla con el cambio climático"
"El microclima de la Expo 92 se tenía que haber exportado a todos los barrios de Sevilla", defiende este experto.
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Jesús Castillo cree que Sevilla está "mal preparada" para el cambio climático, algo inevitable si se mantiene la dinámica actual, explica. El calentamiento medio será de entre 3 y 4 grados, por lo que los veranos serán "más tórridos" y las olas de calor serán más frecuentes.
Como catedrático de Ecología de la Universidad de Sevilla, apuesta por el concepto de ecobarrio. En él "todo el mundo debería ver tres árboles desde su ventana, tener un 30 por ciento de cobertura de vegetación en el barrio y estar a 300 metros de un parque".
Recientemente, ha colaborado en un proyecto para llenar de vegetación la Ronda Urbana Norte y protegerla de la contaminación. Según apunta, es el modelo que se debería seguir en avenidas como la Ronda del Tamarguillo o Kansas City. También es crucial, dice, elegir especies mediterráneas, adaptadas al clima de Sevilla, porque apenas suponen gasto.
¿Cómo está preparada Sevilla para el cambio climático?
Teniendo en cuenta que estamos en una de las zonas más impactadas del mundo por el cambio climático, está mal preparada. Estamos entrando en fase de cambio climático abrupto. Eso quiere decir que en las próximas décadas el clima se va a calentar muy rápido, de manera acelerada, y eso en Andalucía es especialmente grave.
¿En qué puede manifestarse este calentamiento?
El desierto de Sáhara está llegando a Sevilla con el cambio climático. La gente que está en el 'Top Manta' trabajando, casi todos son de Senegal. Son o agricultores que han tenido que dejar su tierra por la extensión del desierto del Sahara hacia el sur, por el cambio climático, o pescadores. Lo mismo que les ha pasado a los senegaleses en las últimas décadas, les puede pasar a los andaluces en lo que queda del siglo XXI.
¿Se puede revertir?
Si todo continúa como hasta ahora, con el nivel de negocio actual, nos vamos a ir a finales del siglo con un calentamiento medio de entre 3 y 4 grados. Estamos hablando de un verano muy tórrido. Eso significaría olas de calor mucho más frecuentes. Tenemos que pensar en lo que viene. Y la infraestructura verde que se coloca ahora, va a tardar en crecer. Es decir, la van a disfrutar realmente la gente que viva aquí a finales del siglo.
¿Cuáles son las principales carencias de Sevilla? ¿Faltan árboles?
Hay un ejemplo que se entiende muy bien. Uno llegaba a la Expo 92 y estaba fresquito, incluso en verano. Se jugaba con una combinación de vegetación en diferentes niveles y con agua. Ese microclima de la Expo se tenía que haber exportado a todos los barrios de Sevilla y, sin embargo, se ha ido en el sentido contrario. Hace falta mucha más infraestructura verde.
¿A qué se refiere con el concepto de infraestructura verde?
No solo a árboles. También arbustos, pastizales, vegetación en las fachadas, en las cubiertas... Estamos hablando del concepto de ecobarrio, que Sevilla debería incorporar.
¿Pero qué es un ecobarrio?
Es un barrio que sigue la regla de 3-30-30. Es decir, todo el mundo debería ver tres árboles desde su ventana, tener un 30 por ciento de cobertura de vegetación en el barrio y estar a 300 metros de un parque. Además, en el ecobarrio se integran espacios de convivencia en los que la gente interactúa. Se conocen los vecinos, se crean redes de apoyo y de conocimiento. Son espacios en los que apetece estar porque no hay contaminación acústica ni atmosférica. La vegetación es bonita. También es importante que haya huertos urbanos.
Los estudios dicen que Sevilla es la quinta ciudad de España con más zonas verdes. ¿Es poco?
Sí, solo hay que ver algunos barrios de autoconstrucción como Torreblanca. No tienen árboles en las calles, solo coches aparcados en línea y es muy fácil poner ahí vegetación. Lo están haciendo muchas ciudades. Eliminas una plaza de aparcamiento y colocas ahí un parterre con vegetación. Hay mucha polémica con la zona azul que se quiere instalar en la Macarena. Yo más que zona azul, veo zonas verdes en las que solo pueden aparcar los vecinos. Así, podemos quitar espacios de aparcamientos para colocar árboles en calles que no tienen.
Pero esto sería difícil de entender
La vegetación urbana nos quita ruidos, nos quita partículas que son muy perjudiciales para nuestra salud. Hace falta mucha educación para que la gente no vea los árboles como un problema.
Usted ha colaborado en un proyecto para llenar de vegetación la Ronda Urbana Norte, la carretera con más tráfico de Sevilla ¿Hay otras avenidas que necesiten algo similar?
La Ronda del Tamarquillo necesitaría algo así. También la Avenida de Las Razas y Kansas City. Incluso la Ronda Histórica. Este es un muy buen ejemplo de cómo han fracasado algunos proyectos de jardinería porque se han hecho con especies que no son de clima mediterráneo. Pasó en la avenida de la Cruz Roja. Han tenido que reponer muchísimas. Además, la gente se las está llevando porque se parecen a las que tienen en sus casas. En la muralla de la Macarena han puesto rosales, que son muy bonitos, pero que suponen gastos que no tiene la vegetación mediterránea. Que además puede crecer en vertical y nos aislaría de la contaminación del tráfico.
¿Por qué pasa esto?
Diría que las empresas que diseñan no tienen expertos que hagan jardinería del siglo XXI. Estas plantas, más adaptadas a nuestro clima, tienen mucho menos mantenimiento, mucho menos gastos en agua. Tenemos muchas plantas de matorral mediterráneo que huelen muy bien, como el romero y la lavanda. Podríamos pasear por Sevilla oliendo a romero y lavanda.
¿Hay algún barrio que esté especialmente mal diseñado?
En el centro de Sevilla hay que meter muchos más árboles. La calle Amor de Dios es un ejemplo positivo. También la nueva calle Zaragoza. Los Remedios es otro ejemplo de barrio mal diseñado porque no daba espacio a la vegetación urbana. Están los barrios de autoconstrucción como Torreblanca y Palmete. Para reformarlos, sobre todo hay que contar con la participación de los vecinos. Eso hace que la gente los vea como suyo, lo cuide. Si no, están posiblemente destinados al fracaso.
¿Está desaprovechado el río?
Sí, por ejemplo, toda la orilla del Guadalquivir que hay en la zona del Charco de la Pava tiene una calidad ecológica altísima y está abandonada. Esa zona hay que recuperarla ecológicamente y regular su uso público, para que la gente pueda entrar de manera ordenada. También está el proyecto del anillo verde que debe ser azul a lo largo de los cauces de sus arroyos, pero debe contar con la participación de los vecinos.
En Sevilla hay muchos parques. ¿Son mejorables?
Habría que plantearse lo que se hace en el mejor parque de Sevilla, el del Alamillo. Tiene una zona detrás del cortijo del Alamillo donde no se puede entrar. Es un punto caliente de biodiversidad. Ahí hay especies que se protegen cuando hay mucha gente y salen al atardecer. En parques grandes habría que hacerlo siempre.
¿Qué es más prioritario? ¿El Metro o extender el carril bici?
Me parece que tiene mucho más sentido, como se está haciendo en Sevilla Este o en el Aljarafe, hacer carrilles bus prioritarios. Es más barato, rápido y, además, le quita espacio a los coches. Sé que no es una opinión muy popular, pero los coches tienen demasiado espacio en la ciudad. Y vamos hacia el agotamiento del petróleo barato. Dentro de pocas décadas, va a haber menos coches en las ciudades y tenemos que ir adelantándonos y quitarle espacio. El Metro no se lo quita.
¿Qué opinión le merece que La Cartuja haya sido designada como Zona de Bajas Emisiones?
Una tomadura de pelo. El Plan Centro funcionaba. Había mucho menos tráfico. No comprendo por qué se llevó a la Cartuja. Se deberían hacer estos proyectos en el Centro y en otras zonas. Para ello debe mejorar el transporte público, que Tussam pase con más frecuencia e intentar que la gente no coja el coche. Gran parte de los trayectos de coche en Sevilla son de menos de 4 kilómetros. Con un buen transporte público y que apetezca andar por zonas de sombra fresca se podrían evitar. Además, si hay expectativas fáciles de aparcamiento, siempre va a cogerlo. Eso está estudiado. Hay que ir en ese sentido. Ponerle obstáculos al coche para que sea más fácil y agradable coger la bicicleta o el transporte público. Eso será mejorar la salud de todos.