Los recorridos procesionales de las hermandades de la Semana Santa de Sevilla volverán a estar cardiosegurados con desfibriladores. Paralelamente, diversos miembros de las cofradías estarán formados para operar con ellos. Este año por primera vez se ha incluido en el programa a capataces, costaleros y músicos de banda.

Es el séptimo año consecutivo que se lleva a cabo la 'Semana Santa cardioprotegida' una iniciativa desarrollada por el Centro de Emergencias Sanitarias 061 y que ha sido presentada por la consejera de Salud, Catalina García en la capilla del Consejo General de Hermandades y Cofradías de Sevilla.

Así, desde el Viernes de Dolores hasta el Domingo de Resurrección las cofradías contarán con desfibriladores automáticos bajo los pasos. De esta manera, siempre estarán disponibles para cualquier incidencia que se produzca a lo largo de todo el recorrido, tanto dentro de la procesión como en el público.

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En situaciones críticas, serán las propias hermandades quienes tendrán que habilitar servicios sanitarios propios para actuar en primer lugar hasta la llegada de los efectivos profesionales del sistema de salud.

Formación de 400 personas

Por ello, tal como ha informado la Consejería de Salud, unas 400 personas de las hermandades han sido formadas por 40 sanitarios en técnicas de reanimación cardíaca. Se ha llevado a cabo en seis jornadas, entre febrero y marzo. La gran novedad de este año es la incorporación al programa miembros de bandas de música, capataces y costaleros.

En total, más de 18.000 personas han recibido formación en técnicas de reanimación y uso del desfibrilador desde 2015, el año en el que se puso en marcha por primera vez este proyecto.

Para el 2024 habrá 40 desfibriladores distribuidos entre todas las hermandades. Otros 15 estarán disponibles en establecimientos, quioscos e iglesias situados en las zonas más concurridas. En su exterior se podrá leer ‘Zona Cardioasegurada’ para identificarlas.

Cuatro intervenciones en 2023

Durante la Semana Santa de 2023, fue necesario el uso de desfibriladores para cuatro personas. Todas ellas sufrieron una parada cardiorrespiratoria.

En todos los casos, antes de la llegada de los sanitarios, intervino una de las personas formadas en este protocolo. Tres de ellas fueron trasladadas al hospital y se recuperaron sin secuelas.

En el 2023, los equipos de urgencias y emergencias realizaron 376 asistencias. La mayoría, el 45 por ciento, se debió a mareos y desvanecimientos. Las caídas, los traumatismos y los tropiezos supusieron el 14 por ciento, mientras que los cuadros gastrointestinales fueron un 4,3 por ciento.

Las emergencias sanitarias representaron un 3,6%. Entre ellas se incluyen las cuatro paradas cardiorrespiratorias, un traumatismo cráneo encefálico, tres infartos agudos de miocardio y cuatro arritmias.