La Audiencia Provincial de Sevilla ha condenado a cuatro años y nueve meses de cárcel al exchófer del ya fallecido exdirector general de Trabajo y Seguridad Social de la Junta de Andalucía Francisco Javier Guerrero, brazo ejecutor de las ayudas de los ERE.

El condenado, Juan Francisco Trujillo, era conocido como 'el chófer de la coca' y fue juzgado el pasado mes de enero por delitos de prevaricación, malversación de caudales públicos y falsedad en documento oficial.

La sentencia se enmarca en una pieza separada del caso ERE, en el que fueron condenados los expresidentes José Antonio Griñán y Manuel Chaves. En este caso por las ayudas otorgadas por la Junta de Andalucía a tres sociedades mercantiles de las que era socio y administrador y por la suscripción “fraudulenta” de pólizas de seguros a favor de su propia madre.

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La Sección Primera condena a Trujillo como cooperador necesario de un delito continuado de prevaricación en concurso medial con un delito continuado de malversación, en calidad de extraneus y con la atenuante muy cualificada de dilaciones indebidas y la atenuante analógica de confesión.

Ayudas por valor de 1.350.000 euros

En concreto, le impone la pena de cuatro años y tres meses de inhabilitación especial para empleo o cargo público por el delito de prevaricación y la pena de tres años de cárcel y siete años y medio de inhabilitación absoluta por el delito de malversación.

Todo ello en relación a las ayudas por valor de 1.350.000 euros que recibieron sus empresas, una cantidad que tendrá que devolver a la Administración en concepto de responsabilidad civil.

Además, la Audiencia condena a la esposa del principal acusado como partícipe a título lucrativo a indemnizar a la Junta en 24.000 euros conjunta y solidariamente con otros de los dos acusados mencionados.

Los magistrados consideran probado que el exchófer entregó a su esposa esta última cantidad para que comprase la vivienda conyugal, un importe que procedía a su vez de la venta de una finca que había sido adquirida por el acusado en 2005 gracias a las subvenciones otorgadas a sus sociedades.

La Audiencia Provincial considera probado que hubo enriquecimiento propio a través de las ayudas que el que fuera su jefe le concedía a sus empresas "sin ningún tipo de control".

Por el contrario, lo absuelve del delito de tráfico de influencias por el que también fue juzgado. El juez reconoce la especial relación personal entre ambos y el interés en obtener un beneficio económico a partir de las decisiones, pero no le es posible definir con éxito una situación de "influencia" del acusado sobre Guerrero que admita su encaje en este delito.

Más condenados

De igual modo, la Sección Primera condena a un segundo acusado, identificado como Isidoro R.E., como cooperador necesario de un delito de prevaricación en concurso medial con un delito de malversación.

Le impone dos años de inhabilitación especial para empleo o cargo público por el delito de prevaricación, así como un año y cuatro meses de cárcel y tres años de inhabilitación absoluta por el delito de malversación.

El tribunal, asimismo, condena a cuatro meses de cárcel y el pago de una multa de 720 euros al exdirectivo del grupo Vitalia Antonio José A.M. También como cooperador necesario de un delito de falsedad en documento oficial en concurso medial con un delito de prevaricación y con un delito de malversación.