Óscar Puente, , ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, visita este lunes Sevilla. Lo hace para inaugurar una carretera que la localidad de Espartinas espera "hace 15 años", señalan desde su Ayuntamiento. 

La vía en cuestión es la conexión del municipio con A-49, la autovía que une Sevilla con Huelva y a los pueblos del Aljarafe con la capital. Ese enlace se proyectó hace más de una década, pero una batalla legal con el dueño de los terrenos lo ha retrasado hasta ahora. 

El Ayuntamiento no escatima en elogios a la obra. Su inauguración, este lunes, es "el día más esperado de la historia reciente de Espartinas", señala la web municipal. ¿Declaración hiperventilada? 

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No cuando se conoce el proyecto por dentro. El pueblo de Espartinas, con algo más de 15.000 habitantes, es uno de los más ricos de la provincia. Su renta media es de 34.665 euros, la segunda más alta de Sevilla. 

Sin embargo, el pueblo no tenía una salida a la A-49. Los vecinos, para entrar y salir de la localidad y para llegar a Sevilla, debían ir por Gines, una localidad cernaca. La vía que los une, señalan fuentes del Consistorio, soporta cada día entre 16.000 y 20.000 vehículos. 

Hasta ahora porque, por fin, pueden salir directos a la autovía. Se acabaron los atascos que les robaban horas y horas. Adiós a la mala leche de quedarse atrapado en el coche al entrar y salir del municipio. 

Tan cerca, tan lejos

"Somos la única localidad de la provincia por la que pasaba la A-49 en dos puntos pero no tenía enlace con esa carretera", señalan fuentes del Ayuntamiento. La carretera estaba tan cerca -solo 300 metros- pero a la vez, tan lejos.  

¿Por qué han estado tanto tiempo 'aislados' de la autovía? el origen del problema está en los terrenos donde se ha construido la nueva carretera. Sus propietarios, un matrimonio mayor vecinos de la localidad, recurrieron por activa y por pasiva su expropiación. 

Según explican desde el pueblo, los dueños de esas tierras habían acordado su venta para el proyecto de un centro comercial. Sobre la mesa, se dijo entonces en el pueblo, llegó a haber un millón de euros. Negocio redondo. 

Centro comercial mastodóntico

En los terrenos en cuestión se proyectó un gran centro comercial. Era un proyecto de, entre otros, Aprocom, la asociación de comerciantes de Sevilla. Un "parque de medianas con 20.000 metros cuadrados y centro comercial con 100.000 metros y 300 locales", se anunció en su momento "junto al enlace con la A-49, a pocos minutos de Sevilla. 

La expectación por el centro comercial fue mayúscula. Para el pueblo pero también para los comerciantes. Las webs se colapsaron de currículums aun cuando no se había siquiera empezado la construcción. 

Pero el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) frustró el proyecto al dejar sin validez el Plan Parcial que lo avalaba. No quedaba acreditada "la suficiencia económica que la promotora del expediente afirma ostentar para acometer la ejecución" de dicho plan.

Sin centro comercial, los terrenos perdieron valor y entonces la administración proyectó el enlace. Pero cuando quiso comprar los terrenos, el propietario se negó. No hubo forma de llegar a un acuerdo hasta que el Gobierno central declaró la obra de interés público, lo que obligó a los dueños de los suelos a aceptar un justiprecio. 

Menos de 100.000 euros

Personas cercanas a la operación hablan que el dueño no llegó a recibir ni 100.000 euros por sus tierras. Sin embargo, todo el asunto es un misterio. En todo caso se quedó lejos del millón de euros que le prometían los promotores del centro comercial. 

Por eso los recursos insistentes del propietario del terreno. No quería 'malvender'. Y el asunto se eternizó en los tribunales. Resuelta la cuestión con la declaración de interés público, el año pasado se iniciaron las obras. Parecía que estaba todo enfilado. 

Pues de nuevo, no. Porque entonces llegaron los problemas de agua. Primero había poca -esta obra necesitaba de riegos constantes- y luego era mucha -en los momentos más delicados llegó una borrasca que dejo precipitaciones fuertes que dañaron la obra. 

Final feliz

Pero la historia tiene un final feliz. Por fin este lunes, con la presencia hasta de un ministro, se inauguran los 300 metros que separan Espartinas de la A-49. 

"Ese día marcaremos el principio de la transformación de Espartinas. Devolveremos a los vecinos y vecinas el tiempo robado, horas de atascos que tendrán su fin gracias al gobierno de Espartinas y al gobierno de España, que han hecho realidad esta conexión", declaró la alcaldesa del municipio, Cristina Los Arcos (PSOE). 

Hay grandes esperanzas puestas en esos 300 metros de carretera: "No sólo se terminarán los problemas de movilidad del municipio, ponemos a Espartinas en el escaparate, la hacemos atractiva al empresario, que traerá riqueza y empleo”, indicó la primera edil.