Hasta 85 efectivos se han incorporado "de manera inmediata" a la plantilla de Lipasam para afrontar durante un mes la recogida de ramas y basura en las calles de Sevilla tras el paso de la borrasca Bernard. Este ha provocado un auténtico arboricidio en la ciudad.

Las "fortísimas" rachas de viento, de hasta 103 kilómetros por hora, han generado "necesidades extraordinarias" en el seno de la empresa pública de limpieza, encargada de recoger el desastre producido por el vendaval.

El alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, ha comunicado esta decisión del Gobierno municipal, al tiempo que explica que estos trabajadores se distribuirán por toda la ciudad para "recuperar la normalidad" en el menor tiempo posible.

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La borrasca Bernard ha provocado durante el domingo la activación del Plan Territorial de Emergencias de Sevilla, desactivado a las 8,00 horas del lunes. Entre las 15,00 del domingo hasta las 11,00 horas de la mañana de día siguiente, los servicios de Emergencias han atendido más de 650 avisos. Desde el Ayuntamiento indican que son "prioridad" aquellos en los que ramas y árboles obstaculizan la circulación. 

El volumen de trabajo afrontado durante esas 19 horas ha hecho que el alcalde ponga en valor este lunes el "esfuerzo" realizado por los trabajadores municipales, y destaca la incorporación de más de cien agentes de Policía Local que estaban de descanso, y acudieron a su puesto de trabajo al declararse la emergencia. 

Con el objetivo de que la ciudad deje atrás las consecuencias de la borrasca, el alcalde detalla que los trabajos se intensificarán durante el horario de noche. Del mismo modo, Lipasam también va a contratar a una empresa especializada en corte de troncos y grandes ramas para poder, así, llevar a cabo su "retirada de la vía pública lo antes posible". 

Daños en la provincia

Lo cierto es que la borrasca no solo se ha ensañado con la capital andaluza, sino que también en municipios de la provincia se ha dejado sentir. El fuerte viento provocó serios daños en las líneas de alta tensión eléctrica, dejando sin suministro durante horas a los municipios de Montellano, El Coronil y Morón de la Frontera.

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En Lebrija, su alcalde, Pepe Barroso, ha solicitado este lunes al Gobierno central declarar el municipio como zona catastrófica tras las "graves consecuencias" del temporal.

Según el primer edil, el viento, que alcanzó los 134 km/hora, ha provocado daños en el mobiliario urbano y viviendas privadas. Del mismo modo, señala que "numerosas" explotaciones agrarias se han visto "gravemente afectadas". 

En Alcalá de Guadaíra, por su parte, han habilitado una oficina para tramitar los daños en viviendas provocados por caídas de árboles o mobiliario urbano.

Un importante dispositivo puesto en marcha este lunes ha hecho que a lo largo de la mañana se recuperara la normalidad en el municipio, así como la circulación donde la caída de ramas lo impedía.