Hacía 12 años que la Comunidad Valenciana no celebraba oposiciones para el personal de las escuelas infantiles, las que corresponden a niños de 0 a 3 años. A finales del año pasado llegó ansiado examen para las técnicos superiores de educación infantil. Pero la sorpresa ha sido mayúscula al ver que también podía opositar personal no cualificado para ello.

“Nos han hecho una oposición que, más que de consolidación, parece de ejecución. Han ido a cargarse a las personas que llevan muchos años”, lamenta Rosanna García, técnico de educación infantil y portavoz de las afectadas de estas “oposiciones de la vergüenza”. Si hablamos en femenino es porque este colectivo lo componen, en su inmensa mayoría, mujeres.

“Hicieron un examen muy complicado y con poco tiempo. De hecho, de las casi 5.000 personas que nos hemos apuntado han aprobado 600”, asegura. “Este examen ya está denunciado ante el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana. Vulnera nuestros derechos. Nosotras deberíamos estar en un grupo B [de funcionariado], porque somos personal con titulación superior y nos tienen todavía dentro de un C1, que son auxiliares. Nos pagan como auxiliares cuando hacemos trabajos de tutoras y de equipo pedagógico”

“Niños, no botijos”

Como suele ocurrir en muchos otros colectivos del sector público, entre las técnicos superiores de educación infantil reina la interinidad y el fraude de ley. Hay personas que llevan 20 o 30 años trabajando encadenando contratos de interino y, por tanto, sin plaza fija. En el momento de solucionar esa situación, se topan de bruces con un examen que tachan de “absurdo” e indicado para personas sin titulación ni experiencia.

“Muchas de ellas [las personas que han aprobado la oposición] solo tienen el Bachillerato. No tienen titulación y les van a dejar ejercer en el aula. ¿Es legal? Sí. Como la han convocado con nivel C1, pues tiene derecho a presentarse una persona de bachillerato. ¿Es ético? No, porque si no tiene titulación no puede hacerse cargo de los niños en el aula. Son niños, no botijos”.

Imagen de archivo de un aula de educación infantil. E.E.

“Eso va en detrimento de la calidad de la educación en la pública. En la privada también nos piden la titulación. En la pública, hasta para el concurso de traslados, que ha sido antes que la oposición, han pedido la titulación para poder ejercer”.

“A nosotras para hacer una sustitución nos piden la titulación. Ahora, para limpiar la cagada que han hecho, tienen que meter a ese personal en las aulas. Queremos que esto llegue a oídos de los padres, porque va a mermar la calidad educativa”, prosigue García, visiblemente indignada por la situación. “Son niños de 0 a 3. Es un momento emocional muy importante y tienes que saber detectar problemas. ¡Tienes que estar capacitada!”.

“Nosotras hemos luchado para ganarnos un sitio. Que tengan claro que no somos un colectivo asistencial. No estamos solo para cambiar pañales, que nos encanta. Somos técnicos superiores. Si ahora meten a auxiliares, ¿cómo queda nuestra profesión? Las chicas que están estudiando ahora el grado superior, ¿para qué lo necesitan?”

“Es una vergüenza, un despropósito. Vamos a manifestarnos, pero lo que más nos preocupa son los niños. Somos madres. ¿En qué posición queda la educación pública si tú vas a meter en el aula a personal que no está cualificado?”.

A la calle con 60 años

La situación de García, dentro de la que cabe, no es dramática. Ella actualmente tiene trabajo en un aula de niños de dos años y puede llevar un sueldo a casa a final de mes. Hay gente que no puede decir eso, como su compañera Carmen, que tras estas oposiciones se ve en la calle tras haber dedicado su vida a esta profesión.

Guardería

“Las personas que no han aprobado y que llevan 10 años no saben que van a hacer. Están en fraude de ley y lo único que ha hecho la Generalitat, en vez de solucionar el problema, es darles un hachazo con estas oposiciones. Se pueden quedar sin plaza y en la calle con 60 años tras trabajar toda la vida para las administraciones”.

Asimismo, igual que ocurre con los interinos de toda España, a este colectivo tampoco llega un concurso de méritos para obtener plaza sin opositar. Queda por ver qué decidirá la Justicia. Si nada cambia, el próximo curso habrá personas sin cualificar ejerciendo en las aulas infantiles de la Comunidad Valenciana.

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