Un amplio dispositivo formado por agentes de la Policía Local de Calvià, en Mallorca, y otros de la Guardia Civil ha tenido que realizar cargas la noche de este sábado en la zona de Punta Ballena, en Magaluf, para aplacar a una multitud de turistas borrachos que estaba armando escándalo, golpeando coches y subiéndose a ellos. 

El suceso ha tenido lugar sobre las 1.30 horas de este sábado, coincidiendo con el cierre de la hostelería y la salida de las personas a la calle. Alrededor de 500 jóvenes, en su mayoría de nacionalidad francesa e inglesa y bajo los efectos del alcohol y algunos estupefacientes, formaron un tumulto que, en un principio, sólo buscaba seguir la fiesta, pero que después acabó cortando calles y causando desperfectos. 

Según ha adelantado el diario mallorquín 'Última Hora', los turistas llegaron incluso a lanzar botes de gas pimienta contra algunos transeúntes. Uno de los momentos más desagradables se produjo cuando un turista británico se subió al techo de un coche en marcha y cayó al suelo. Ante eso, sus acompañantes empezaron a zarandear el vehículo. 

Calle en Magaluf, meca del turismo de borrachera.

Ante este panorama, los agentes se vieron obligados a intervenir con cargas policiales que rápidamente dispersaron a los jóvenes. Muchos de ellos se refugiaron en la playa, donde siguieron de botellón, hasta que llegaron las autoridades para poner freno a esa iniciativa. 

La zona mallorquina de Magaluf es una de las mecas del denominado turismo de borrachera, aunque esta escena recuerda a las vividas en Madrid la pasada Semana Santa. También en la capital, muchos jóvenes provenientes de otros países se dedicaron a salir de fiesta sin ningún tipo de respeto por la situación sanitaria. 

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