Álvaro Gutiérrez del Álamo F. J. Cristòfol

Es primera hora de la mañana y el sol comienza a castigar. Los más pequeños se refrescan en la piscina de la comunidad de propietarios Nuevo Rincón, en Rincón de la Victoria, una ciudad dormitorio de Málaga. Todo es normalidad. Inocente intranquilidad. Juan Luis había asesinado a Oxana horas antes en el mismo lugar.

Los residentes de esta urbanización atienden atónitos a EL ESPAÑOL: "Me estoy enterando ahora mismo", confiesa una vecina que regresaba de hacer sus compras. La posa en el suelo y se lleva las manos a la boca. Habían matado a Oxana. No se impactaba por a quién habían matado, sino por el hecho de que hubieran asesinado a una persona a unos metros de su casa. A la víctima "no la conocía casi nadie en la urbanización", confirman otros vecinos.

De hecho, Oxana y su presunto asesino, Juan Luis, apenas llevaban viviendo un par de meses en un apartamento de alquiler. La urbanización es casi un pueblo en sí misma. Dos piscinas, zonas comunes y varios bloques que, ahora en verano, están casi totalmente ocupados.

Según las primeras investigaciones, Juan Luis habría asestado un golpe en la cabeza a Oxana. Falleció en el acto. Los hechos tuvieron lugar sobre las dos del mediodía del pasado lunes. Según fuentes vecinales, "hora punta" para regresar de la playa. Este complejo residencial se encuentra muy próximo al mar.

Asimismo, con el cadáver de Oxana todavía caliente, Juan Luis la introdujo en un carrito de la compra. Pretendía bajarla hasta el garaje y meterla en el maletero de su coche. Pero un vecino se cruzó en su camino. El presunto asesino aludió que se había dado un golpe en la cabeza y rogó que le ayudase a introducir el cuerpo de Oxana en el coche para transportarla hasta un centro hospitalario.

El vecino, que no creyó la versión de Juan Luis, colaboró a regañadientes, para evitar consecuencias. Acto seguido, él fue quien denunció los hechos a las autoridades competentes. Esa llamada fue crucial para localizar al presunto asesino de Oxana. El 112, al recibir la llamada de denuncia, alertó a los cuerpos de seguridad: tenían la matrícula del vehículo y debían localizarlo.

Una segunda llamada llega a las autoridades: es una vecina de Nerja que alerta sobre una fogata sospechosa. Es la pista definitiva que permite a la Guardia Civil dar con Juan Luis. Es detenido sobre la marcha y no ofrece resistencia. Es más, admite ser el autor del asesinato de Oxana.

Oxana, la víctima

Oxana tenía 36 años y según fuentes de la investigación "llevaba muy poco tiempo en Málaga". Una semana después de su muerte, el 9 de agosto, hubiera cumplido 37 años. Tenía nacionalidad española, aunque era de origen ruso. La víctima había estado viviendo durante varios años antes de mudarse a Málaga en Granada.

Estudió un Grado Superior de Auxiliar Administrativo en el IES Luis Bueno Crespo, el conocido Politécnico de Armilla, un centro de gran tradición en la zona. Además, según consta en diversos documentos, Oxana trabajó como dependiente durante dos años, entre 2015 y 2017, en una tienda de productos informáticos de esa localidad.

Cuando finalizó sus estudios en formación profesional, realizó las prácticas como cajera en la Caja Rural de Granada en el municipio de Huétor Vega, también en el área metropolitana de la capital nazarí. Casualidades de la vida, durante los últimos años de su estancia en la provincia de Granada, la víctima residía en la calle Málaga.

Tras su paso por la caja de ahorros empezó a buscar trabajo como "auxiliar administrativo, cajera o dependienta". Oxana se consideraba "experta en moda", "comercial con excelentes resultados" y "una comunicadora dinámica".

Sin embargo, apenas es posible saber nada de su vida entre 2018 y 2021. En Málaga, donde compartía relación con su presunto asesino, apenas se le conocía. "Llegaron durante la pandemia, así que casi no hemos tenido relación con ellos en la urbanización". En los dos meses que llevaban apenas habían cruzado palabras con sus vecinos.

Un hombre de pocas palabras

"Anoche subí las escaleras y me encontré la puerta precintada por la Guardia Civil", narra otro vecino. Todavía le cuesta creérselo. Vive en la casa de al lado. "Era un hombre de pocas palabras y le costaba relacionarse". Así define este residente al presunto homicida.

"Nos lo hemos cruzado en alguna ocasión en el supermercado o por la calle y no respondía a los saludos, es un hombre muy serio", afirman otros vecinos de Nuevo Rincón. Juan Luis llevaba varios años con importantes cambios en su vida.

El presunto asesino lleva en contacto con el mundo de la educación desde 1994 y es maestro desde hace 18 años. Ha formado parte de equipos directivos desde 2006 y hasta septiembre de 2020. Trabajaba como docente en la Fundación Diocesana de Enseñanza.

Tras ocho años como director de uno de los centros de la institución, Juan Luis fue trasladado a otro centro. Según informan fuentes consultadas por EL ESPAÑOL, se había divorciado en los últimos años y una situación personal interna precipitó su salida del equipo directivo del centro en el que estaba trabajando.

En el curso 2020/2021 se comunica su cese como director y se le reubica dentro de la institución educativa en un centro de Nerja, donde, según las pesquisas policiales, se deshizo del cadáver de Oxana quemándolo. Juan Luis tiene dos hijos de su anterior matrimonio.

Él mismo se define como una persona "con gran capacidad de trabajo, leal a la institución y toma de decisiones eficaz", y, según su currículum, afirma: "No me asustan los retos. Si puede hacerse, yo puedo hacerlo".

Reconstrucción de los hechos

En la mañana del martes, la Guardia Civil acudió de nuevo a la urbanización Nuevo Rincón acompañada del asesino confeso del crimen. A la una de la tarde, junto con Juan Luis, los agentes de la benemérita accedían al aparcamiento subterráneo en un coche sin ningún distintivo del cuerpo.

Fueron tres horas de trabajo en el interior de la vivienda. Los investigadores no han conseguido concluir que el golpe en la cabeza haya sido el único motivo de la muerte. En el interior del apartamento había salpicaduras de sangre. Según vecinos del bloque, no escucharon nada. Ni este lunes ni nunca antes. "Era una pareja que pasaba desapercibida". Así, no constaba ninguna denuncia previa hacia Juan Luis.

El martes, un día después del asesinato de Oxana, los niños corren y montan en bicicleta por la urbanización. Son ajenos a las informaciones que van inundando los pasillos de sus bloques. Mientras, la puerta principal de entrada al recinto se convierte en un improvisado punto de encuentro donde los propios vecinos van rumoreando sobre el crimen machista. "Parece ser que la ha matado en su casa", se escucha en una tarde de agosto.

Oxana, de 36 años, es la vigésimo novena víctima de la violencia machista en España desde que comenzó el año. En 2021, también han sido asesinadas, Luisa Amelia, de 76 años, una mujer en Sabadell, de 38 años, María, de 46 años, África, de 56 años, Consuelo Martínez, de 81 años, Alicia Rodríguez, de 36; Katherine, de 58; Rocío Caíz Pozo, de 17; Anna y Olivia Gimeno, de seis y uno; Katia Carolina A.B., de 35; Lucía Dotto Domingues, de 42; Alla Bukanocova, de 48; Nicoleta Clara, de 41; María Teresa Aladro, de 48; Warda, de 28, y su hijo Mohamed, de siete; Betty, de 52; Pilar, de 50; Maria Soledad M. P., de 60; Paula M., de 36; Jordina M.P., de 34; María Cruz, de 48, y su hija Isabel, de 11; María del Carmen M. V., de 46; Alicia P., de 52; Conchi G., de 56; Flora P., de 82. La serie 'La vida de las víctimas' contabilizó 53 mujeres asesinadas en 2017, 47 en 2018, 55 en 2019 y 43 en 2020.

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