Murcia

El ataque a la sede de Podemos en Cartagena se ha convertido en un puzzle endiablado, que la Policía Nacional está reconstruyendo para cazar a la persona que lanzó un cóctel molotov contra la delegación morada tras realizar pintadas amenazantes.

El trabajo de la Brigada de Información se está desarrollando bajo presión porque hay unas elecciones a la Comunidad de Madrid la próxima semana, que los partidos políticos disputan en clave nacional. A pesar de ello, los investigadores han averiguado una serie de datos del caso a los que ha tenido acceso en exclusiva EL ESPAÑOL. Estas son las piezas del puzle identificadas:

1. Un pie 42,5/43

"La única pista objetiva que se conoce de la persona que lanzó el cóctel molotov es que calza un 42,5 o 43 de pie", tal y como detalla una fuente de total solvencia a este diario. La Brigada de Información ha analizado hasta la saciedad el vídeo que realizaron las cámaras de seguridad de la sede de Podemos durante la madrugada del viernes 2 de abril. "El tamaño del calzado del atacante lo han averiguado calculando el espacio de la acera que ocupó".

Los investigadores se han dejado las pestañas escudriñando al milímetro la referida grabación, fotograma a fotograma, segundo a segundo. De su análisis han obtenido datos relativos a la complexión física del atacante, como posible estatura, peso y anchura de caderas. Los rasgos reconstruidos por la Brigada de Información les han permitido elaborar una lista de sospechosos con nombres y apellidos: "Hay varias personas investigadas".

Uno de los fotogramas analizados por los policías nacionales del ataque a la sede de Podemos. Cedida

Los nombres que están en la diana de la investigación, según detalla esta fuente de total solvencia, "son hombres y mujeres que en alguna ocasión han participado en actos parecidos y cuyas características físicas concuerdan con la persona que aparece en las cámaras de seguridad de la sede de Podemos".

EL ESPAÑOL ha podido saber que por varios puntos de la ciudad portuaria se han desplegado durante las últimas fechas los denominados 'Apolo': vehículos camuflados, que a veces se usan en investigaciones contra el narcotráfico y el terrorismo, porque van equipados con cámara para filmar con discreción a sospechosos de pertenecencia a organizaciones criminales. "Están colocando coches camuflados para vigilar, uno de ellos en la zona donde vive uno de los que se cree que hizo el ataque", tal y como afirma una fuente policial de la Comisaría de Cartagena.

2. Alguien que vive allí

La Policía Nacional está haciendo un minucioso barrido de las cámaras de seguridad que hay en un kilómetro a la redonda de la calle Duque Severiano, donde se ubica el cuartel general de Podemos. "Están analizando las imágenes del 2 de abril, de días anteriores y días posteriores", subraya la referida fuente del Cuerpo Nacional. "Se está comprobando el contenido de cámaras de cajeros bancarios, comercios...", corrobora otra fuente de las mismas dependencias.

De esa titánica labor han logrado establecer una teoría: la persona que lanzó el cóctel molotov "pudo tener cobijo" en la zona, es decir, un piso franco en el que refugiarse tras perpetrar el ataque. Los investigadores primero analizaron el vídeo del local del partido morado, donde aparece la persona sospechosa, vestida con una pantalón de chándal, con tres franjas blancas; equipada con unos guantes, y que oculta su rostro tras una mascarilla sanitaria y la capucha de un abrigo oscuro.

La persona encapuchada realiza pintadas en varias cristaleras de la sede política: 'Hijos de Puta', 'Escoria Corrupta' y 'No al terrorismo de Estado'. Y acto seguido lanza un cóctel molotov y literalmente desaparece. Esta cuestión levanta sospechas para los investigadores tras rastrear y analizar las cámaras de vigilancia de un kilómetro a la redonda. "Están haciendo un seguimiento del recorrido que hizo el autor del ataque, tanto hacia la sede, como en su posterior huida". 

De momento, las pesquisas no arrojan nada sobre la huida y las citadas fuentes concluyen esto: "El sospechoso del ataque puede ser alguien que vive en la zona o tiene algún alojamiento junto al local de Podemos. Muy cerca de allí está el estadio de fútbol del Cartagena y hay entidades bancarias, han comprobado las cámaras y no sale nada, al final piensan que es alguien que vive en los alrededores o al que dieron cobertura en la zona, porque no es posible que no haya registros desde las once de la noche hasta las dos de la madrugada, habiendo toque de queda y con la cantidad de cámaras que hay en la ciudad".

La ausencia de imágenes de la huida del atacante es desconcertante porque la calle Duque Severiano está en una de las dos grandes arterias que tiene la ciudad para el tráfico rodado y peatonal. "Llama la atención que siendo la Alameda de San Antón, una vía principal de Cartagena, ninguna cámara de seguridad grabase a alguien con la ropa de la persona que lanzó el cóctel molotov", insisten. "Es raro no haber localizado ningún coche ni a nadie porque allí fueron los bomberos".

3. Los teléfonos móviles 

El listado de sospechosos con el que trabaja la Brigada de Información ha propiciado que dentro de las pesquisas ya se esté trabajando en cuadrar las señales de sus teléfonos móviles. "Se ha pedido autorización para analizar la señal de todos los móviles de las personas investigadas para comprobar si estaban por la zona", avanza la mencionada fuente de total solvencia próxima al caso.

La persona que realizó el ataque llegó al local de Podemos a las 2.15 de la madrugada, del 2 de abril, y a las 2.17 todavía no había terminado de hacer los grafitis. El encapuchado actuó con demasiada tranquilidad y no se descarta que dispusiera de un piso franco -en la Alameda de San Antón- que se pueda detectar cuadrando la señal del móvil.

Cada repetidor tiene una cobertura de 35 kilómetros y se está comprobando la actividad de las antenas de la zona para identificar la tarjeta SIM o el IMEI de terminales activos durante la franja horaria en la que se perpetró el ataque. A partir de ahí, el siguiente paso es comprobar si esos móviles están vinculados con el listado de los números de teléfono de los sospechosos. 

"Todavía no ha declarado en la Comisaría de Cartagena ninguna persona en calidad de investigada". Tal situación se debe a la ingente labor que están desarrollando los investigadores para cerrar el círculo y reducir al máximo esa lista de sospechosos para no errar el tiro cuando se realice alguna citación. 

La denuncia del ataque presentada en sede policial y los restos del cóctel molotov. Cedida

4. La gasolinera del Eroski

En la fachada del local morado se hallaron trozos de cristal de una botella de vidrio rota, así como restos de otra de plástico que estaba quemada. Estas pruebas del ataque han sido escudriñadas y se ha determinado que el cóctel molotov que se usó fue "cutre" e "improvisado". Una de las tareas se centra en averiguar dónde se compró el combustible y en la diana están las estaciones de servicio del entorno del Eroski.

La resolución de la investigación es prioritaria para el Ministerio del Interior por la repercusión que tuvo el ataque, tanto a nivel político como mediático. Además, las instalaciones de Podemos en la calle Duque Severiano han sufrido seis ataques desde que fueron inauguradas en 2018.

"Tres miembros de la Comisaría General de Madrid vinieron a Cartagena para apoyar la investigación varios días porque se le ha dado importancia al caso", confirma un policía sobre el interés del departamento del ministro Fernando Grande-Marlaska.

5. El atacante

Las líneas de investigación con las que comenzaron a trabajar en la Brigada de Información eran tres, tal y como detallaron en su momento fuentes policiales a este diario. La primera, que el autor fuese simpatizante o militante de un partido de extrema derecha; la segunda, un miembro de Podemos que buscase rédito electoral para Pablo Iglesias en las elecciones madrileñas poniendo en la diana a Vox; y la tercera, un antiguo integrante del partido morado con ánimos de venganza.

En Cartagena hay identificados grupos radicales de ideologías de extrema derecha e izquierda, uno de ellos está ligado al fútbol y hermanado con los Bukaneros: los ultras izquierdistas del Rayo Vallecano. Todo esos grupos y las mencionadas hipótesis han sido analizadas por los investigadores, según subraya esta relevanta fuente que atiende a EL ESPAÑOL para recalcar que el trabajo policial está siendo imparcial: "La Policía Nacional está investigando al autor, no si pertenece a un partido u otro: no se está en eso. Aquí no se descarta nada. La verdad tiene que salir".

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