Andros Lozano Inma León

A mediados del pasado diciembre, Sandra G. acudió una mañana al Hospital Regional de Málaga. Presentaba un corte profundo en una mano. Los médicos le cosieron la herida. Nada grave, pero tampoco una tontería. La joven, de 26 años, contó a los facultativos que había sido su perro. Era mentira. La noche anterior, durante una fuerte discusión con su pareja, José Arcadio D. N., la chica cogió un cuchillo para protegerse, él intentó arrebatárselo y, durante el forcejeo, Sandra acabó herida.

Aquel incidente supuso el punto final a la nociva relación que Sandra había mantenido durante ocho meses con José Arcadio, un chico de Melilla al que había conocido una noche en Marbella. De su misma edad, el joven se movía como pocos entre los garitos de moda de la población costasoleña, donde entraba gratis a discotecas y alardeaba de su poder y de su alto nivel adquisitivo.

Sandra rompió con José Arcadio aquel día. O más bien con Hamin, como él siempre se presentaba pese a que en su documento nacional de identidad pone ese otro nombre. Sandra, que según lo fue conociendo descubrió a una persona turbia y de celos enfermizos, quiso dejarlo antes. Pero el miedo a lo que él pudiera hacerle a ella y a su familia le impedía tomar la decisión, explican a EL ESPAÑOL varias personas del círculo más íntimo de la joven. 

Aquella herida fue el detonante definitivo para la ruptura. Sandra ya no aguantaba más. Pero, sin saberlo, su verdadera pesadilla acababa de comenzar. Ahora, un mes después de aquel incidente, los médicos de la Unidad de Grandes Quemados del Hospital Virgen Rocío de Sevilla tratan de salvarle la vida. Está ingresada en una UCI. Su situación, según fuentes oficiales del centro hospitalario, es muy grave. Presenta quemaduras “muy profundas” en el 45% de su cuerpo.

El causante de la situación médica de Sandra ha sido su ex, apodado 'el Melillero'. Este martes, sobre las dos de la tarde, José Arcadio persiguió a bordo de un Volskwagen de color oscuro el Mini blanco que conducía Sandra por las calles de Cártama, un pueblo a diez minutos de Málaga capital. En el asiento del copiloto, junto a ella, iba su amiga Cristina, dos años mayor que ella, de la que se había hecho íntima cuando ambas estudiaron un ciclo formativo superior de Odontología. Ahora Sandra estaba a punto de terminar la carrera de Educación Infantil. Sólo le faltaba presentar el Trabajo de Final de Grado (TFG).

En un momento dado, el chico situó su vehículo en paralelo al de la joven. José Arcadio se bajó y se acercó a la puerta del conductor del Mini pidiendo a gritos a Sandra que bajase la ventanilla. Sandra, que tenía miedo, bajó el cristal cuatro dedos. Cuando lo hizo, su exnovio roció a ella y a Cristina con un bote de ácido sulfúrico al 98% de pureza. Luego, se dio a la fuga. Desde entonces, efectivos de la Guardia Civil intentan dar con él, que tiene familia en Alemania y una hermana en Cádiz. 

Ambas chicas salieron del coche entre gritos de dolor. Un helicóptero medicalizado trasladó a Sandra hasta el hospital Virgen del Rocío, de referencia para quemados en Andalucía, Extremadura, Canarias, Ceuta y Melilla. Antes de que la sedasen dijo que las heridas se las había provocado su ex.

A su amiga, Cristina S., de 28 años, una ambulancia la llevó hasta el Hospital Regional de Málaga. Hasta ahora ha permanecido consciente en todo momento dentro del área de quemados, según ha podido saber este periódico. Allí se recupera de las quemaduras que ha sufrido en el 20% de su cuerpo. Dependiendo de su evolución, y en caso de ser necesario, se barajará operarla para realizarle algún injerto. 

Fuentes médicas consultadas por EL ESPAÑOL explican que las quemaduras por ácido son más peligrosas y más graves que las que se hacen por un fuego o por alguna escaldadura. Además, este tipo de heridas se van profundizando con el paso de los días.

Altivo y violento

Sandra G. y José Arcadio D. N. se conocieron en la primavera de 2020. A las pocas semanas de relación, la chica dejó Casabermeja, donde convivía con su madre, Laila, de origen marroquí pero que lleva tres décadas en Málaga, y con su hermana mayor, Sukeina.

Cuando se enamoró de aquel chico de tez morena y talante “altivo” y "violento", como lo describen algunas personas que lo conocen, Sandra pasaba por un mal momento tras haber perdido a su padre meses antes.

Poco a poco, fue conociendo el oscuro pasado de su pareja. Más bien, sólo una parte del historial delictivo al completo de él. José Arcadio tiene problemas con la justicia por robos con violencia, amenazas o malos tratos, así como posibles vínculos con el narcotráfico. Según Málaga Hoy, durante casi dos años permaneció escondido en Marruecos por un supuesto ajuste de cuentas relacionado con un conocido clan de Marbella. 

Sobre él pesan siete órdenes de arresto, de las cuales tres conllevan ingreso inmediato en prisión. Lleva un año fugado. Por eso durante los ocho meses con Sandra ha cambiado de casa cada poco tiempo. Para que no lo encontraran.

“Vivían juntos pero se mudaba cada dos por tres. Ella nunca quería decirle a sus amigas dónde vivía”, explica un allegado de la joven.

A la izquierda de la imagen, el coche en el que viajaban las jóvenes. EE

"Lo pagarás caro"

Al principio de su relación con él, Sandra pensó que se dedicaba al menudeo de drogas y que a ella eso no le perjudicaría. Luego, en confesiones con sus amigas, contó que era “un tipo peligroso y muy celoso”

Poco a poco, la fue apartando de ellas. También la obligó a cerrar su perfil en Instagram, donde la joven solía subir fotos. “Se lo quitó por él”, aseguran desde el entorno más cercano de la joven. 

Todo empeoró tras la ruptura. Sandra volvió a casa de su madre en Casabermeja. Cambió de teléfono para que su ex no la acosara ni la amenazara. El sospechoso había conseguido acceder al contenido del anterior dispositivo móvil de la joven. La chica nunca supo bien cómo pero se dio cuenta de que él podía leer sus mensajes por Whatsapp. 

José Arcadio siguió contactando con Sandra. Le escribía mensajes a través de perfiles falsos de redes sociales. “Dime la verdad, tú te has ido con otro”, le decía. La Nochebuena la pasó durmiendo dentro de su coche frente a la casa de la chica. “Lo vas a pagar caro”, cuentan sus allegados que le decía. Las amenazas no sólo iban dirigidas a ella. También a su hermana y a su madre.

Según cuentan varias personas allegadas a Sandra, su ex contrató a un hombre para que la siguiera. Lo hizo al poco de romper con él. José Arcadio quería saber en todo momento dónde estaba.

Quizás por eso supo que este martes circulaba por Cártama junto a su amiga Cristina, a la que odia por la amistad que les une a ambas y porque Sandra se sinceraba con ella. En las conversaciones que José Arcadio llegó a ver entre las dos amigas, el presunto agresor se dio cuenta de que Cristina se posicionaba en su contra. 

Ambas chicas pasaron juntas la Nochevieja en casa de Sandra, que temía volver a revivir lo ocurrido en Nochebuena. 

El presunto agresor estaba fugado desde hacía un año. EE

Juicio por maltrato

José Arcadio D. N. es un presunto maltratador. Fuentes oficiales del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) explican que el agresor del ácido tiene un juicio pendiente por un delito de malos tratos hacia una expareja, con la que tiene un hijo menor de edad.

La vista oral está fechada para el próximo 27 de enero, tras suspenderse el pasado 1 de abril de 2020 a causa de la pandemia del coronavirus. Sin embargo, el Juzgado de lo Penal número 13 de Málaga no ha podido notificarle la nueva fecha al encontrarse en paradero desconocido y carecer de una residencia estable.

Los hechos por los que será juzgado una vez lo arresten se remontan a 2016, cuando en una discoteca en Marbella propinó un puñetazo, tiró al suelo y arrastró por las escaleras del local a una expareja. A raíz de esto, se dictó una orden de alejamiento de la víctima que aún permanece vigente.

En esta causa, la Fiscalía solicita para él una pena de dos años y medio de cárcel, alejamiento de su expareja, la prohibición de comunicarse con la víctima y el pago de una multa.

Este miércoles se celebró en Cártama un concentración de repulsa a los hechos acaecidos un día antes en la localidad. A él acudió el alcalde de Casabermeja, José María García Fernández. “El pueblo está consternado. Ahora lo principal es que esas dos chicas salven la vida y que se pueda detener a su agresor lo antes posible”, explica en conversación telefónica con este medio.

Durante el acto, el regidor de Cártama, Jorge Gallardo, dijo: Un malnacido cómo este no debería seguir campando a sus anchas”. Por su parte, la consejera de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación de la Junta de Andalucía, Rocío Ruiz, dijo que las dos jóvenes heridas de gravedad en Cártama tienen a su disposición los recursos del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM). Ruiz, en un mensaje en Twitter, afirmó estar "horrorizada ante esta noticia".

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