Un grupo de vecinos del madrileño barrio del Pilar consiguió sorprender el pasado sábado a todo el país izando una bandera nacional gigantesca en la fachada de su edificio, que quedó pintado casi al completo de rojo y amarillo. El acto, que duró solo una dura, tardó poco en llegar a las redes sociales, donde muchos lo aplaudieron, la mayoría interpretándolo como un acto de protesta contra el Gobierno, como ha ocurrido en otras zonas madrileñas, y otros se dedicaron a criticar todo lo anterior. 

Tres días después de todo el revuelo, en la manzana del número 22 de la calle de Villa de Marín, casi no quieren hablar oír del tema después de haber sido calificados de "fascistas" por algo que llevan "haciendo toda la vida". "Todo el vecindario lo hace desde que era pequeño, todos somos hijos, nietos, maridos y mujeres de militares y, sobre todo, de marines. Nos hemos criado así y estamos muy orgullosos", cuenta a EL ESPAÑOL una de las vecinas que colaboraron en el levantamiento de la insignia nacional desde su balcón. 

Detrás de toda la polémica que ha suscitado la iniciativa, según cuentan los organizadores a este periódico, el único objetivo era celebrar de un modo particular el Día de las Fuerzas Armadas y hacer un homenaje "a todos los fallecidos por el COVID-19", especialmente a los que vivían en este edificio y han muerto por el virus. 

Bandera de Colón

El multitudinario evento, al que acudieron cientos de vecinos, así como transeúntes que se unieron al verlo, todos ellos cumpliendo con las medidas de seguridad, fue organizando por los propietarios días atrás y principalmente por un grupo de veteranos del Ejército.

La comunidad de vecinos aprobó un derrama para comprar la bandera española, como muchos habrán imaginado. Sino que los organizadores tenían ya una en propiedad de 100 metros cuadrados desde hace un tiempo, donada por el Ministerio de Defensa. Se trata de la antigua enseña nacional que lucía hace unos años en la madrileña Plaza de Colón. 

"Ocurre con muchas banderas, cuando se estropean por lo general las queman, así que pidieron a un exministro que se la donase. Después tienes que firmar un contrato asegurando que uso es para dignificarla", cuenta una vecina del bloque. 

Así, numerosas familias se reunieron frente a la fechada del edificio, a lado del Parque Norte, junto al polideportivo Vicente del Bosque, mientras otros vecinos izaban la bandera desde un octavo piso al ritmo del himno nacional y otros cantos como la salve marinera o la muerte no es el final. "Fue un acto de homenaje, no celebramos nada", zanjan estos vecinos. 

¿Un ejemplo?

Otros madrileños, en cambio, aprovecharon este acto para ejemplificar que las protestas contra el Gobierno no solo se hacían en barrios de rentas más altas, sino también en los obreros como el del Pilar.

Un hecho que otros desmintieron después en las redes sociales. "Se trata de una promoción de viviendas de tamaño grande hecha inicialmente para las familias de militares, rentas altas y voto eminentemente derechista. En contra de lo que se pretende hacer creer, en el Barrio de la Paz el perfil de las protestas se asemeja al del Barrio de Salamanca", argumentaba Alvaro en Diferido. 

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