Román Mosteiro (A Coruña, 1979) se presenta como empresario, cantante y soñador. Tres facetas que combina con la intención de vivir a caballo entre Madrid, A Coruña y México.
El músico, autor del álbum Ítaca (2020) y sencillos como Lluvia o Pulgas actuará esta noche desde las 22:00 horas en la sala Garufa y este sábado en Arzúa. Serán dos citas especiales que le traen de vuelta a su tierra, un lugar en el que comenzó su estilo musical que define como "pop-rock con acento de A Coruña".
Entre hoy y mañana actúas en A Coruña y en Arzúa. ¿Qué sensaciones tienes ante tu vuelta a casa?
Las sensaciones son muy guays. Estoy contento porque A Coruña es mi ciudad y Arzúa mi pueblo, a donde iba los fines de semana. Son mis dos sitios de origen. Tocar en casa, en un sitio como la sala Garufa hoy, será especial. Hoy traigo a nueve músicos y estarán mis padres en el público, que no me han visto en concierto nunca. Tienen ya 85 años, así que me hace mucha ilusión. También vendrán amigos, profesores que tuve en el colegio... y fans de Galicia. Es una fecha importante. Hoy es un día muy especial.
¿Qué podrá esperar el público de tu concierto de hoy?
Mi música es un pop-rock tipo Los Rodríguez o El canto del loco, de la época de los años 90 o 2000. Va a ser un concierto cañero y divertido. Habrá algún momento romántico también, pero va a ser una montaña rusa.
¿Tus inspiraciones vienen de esa época?
Sí. Han pasado por todo. Yo escuchaba desde Junco y Camela en la versión más gitana a Jorge Negrete, José Alfredo Jiménez o Los Panchos. Música muy mexicana. De hecho, estoy sacando rancheras también y habrá un guiño esta noche. Pero mis raíces también están en Siniestro Total o Los Piratas e incluso artistas más locales como Ana Kiro. En Galicia tenemos una gran cultura musical.
¿Qué recuerdos vinculados a la música tienes en A Coruña?
Recuerdo el festival Noroeste Pop Rock cuando se hacía en la playa, que no era tan grande como ahora, o los conciertos de María Pita o los de Santa Margarita. Tocar en A Coruña es un sueño. Siempre salgo a correr antes de volver a Madrid y me paraba en la Garufa y me visualizaba ahí.
Con ese sueño cumplido, ¿qué vendrá después?
No sé qué visualizaré después. Sí que he visualizado el parque de Santa Margarita. Yo hago unos conciertos para perros que se llaman Clandestinos y mi sueño sería hacer un Clandestino en ese parque. Hay un anfiteatro en el que no hace falta montar prácticamente nada y sueño con poder hacerlo. Cada vez sueño más con estar más tiempo en casa.
¿Qué te hace sentir más morriña?
La gente, obviamente. Y también los precios y huir del caos. A Coruña es maravillosa. También el mar; lo echo muchísimo de menos. Y la tranquilidad y el ritmo de la ciudad. Vengo mucho y cada vez espero venir más. Quiero tener mi base aquí y estoy montando negocios de casas rurales en Arzúa.
¿Qué papel tiene A Coruña en tus composiciones?
Tengo dos canciones que son muy importantes. Una es de mi primer disco, Ítaca. Yo me siento un poco como Ulises. Los sueños de artista me han llevado a Madrid pero siempre he querido volver. La canción Mi norte dice "llevo tatuado en la piel las coordenadas donde envejecer". Está dedicada a A Coruña. También está Golpe de mar, que está escrita en O Portiño y tiene detalles como "hoy tu olor se mezcla con las flores de esta costa verdescente que es mi hogar" en un guiño al himno de Galicia.