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¿Qué sería de cualquiera de nosotros sin nuestras abuelas? Esas por las que tantas familias salieron adelante, las que tienen una mano excepcional para la cocina, las que curan cualquier mal con un abrazo y hasta marcaron tendencia en la moda sin quererlo. Sí, todos hemos visto a nuestra abuela con su típico mandilón... y, ahora, ese mismo estilo se ve en la pasarela de París.

Todo gallego recordará a su abuela vestida con el clásico mandilón. Tanto es así que, esa prenda simple y utilizada para todo tipo de tareas, acabó convirtiéndose en un símbolo de todas aquellas mujeres trabajadoras e incansables que lo daban todo por los suyos. Ahora, las grandes firmas de moda se han hecho eco de ello y lo han transformado en un icono de estilo.

Todo un símbolo

Las abuelas gallegas, que el artista Yoseba MP ya había retratado en sus murales, tienen ahora también su homenaje en la pasarela de París. Esas mujeres que no paraban de trabajar: de sachar las patatas o apañar los grelos hasta cocinar para toda la familia y cuidar a los nietos, todo ello sin olvidarse de transmitir la cultura y el idioma gallego. La mejor herencia.

Quién iba a decir que aquella prenda tan humilde acabaría desfilando en una de las pasarelas más importantes del mundo. El mandilón, símbolo de trabajo, ternura y resistencia de las mujeres gallegas, ha traspasado las fronteras hasta la alta costura de la mano de Miu Miu, que lo ha reinterpretado en su último desfile durante la Semana de la Moda de París.

Esta inesperada fusión entre lo cotidiano y lo exclusivo no es solo una tendencia, sino también un homenaje. Detrás de cada mandilón hay miles de historias de esfuerzo y cariño. Nuestras abuelas, sin pretenderlo, fueron las primeras en portar esa prenda que, ahora, además de ser un símbolo y un recuerdo en la mente de todo gallego, es tendencia en la moda.

Miu Miu ha sabido captar esa esencia y llevarla a su terreno: delantales, batas y mandilones convertidos en piezas de lujo que reivindican la belleza de lo sencillo. Con ello, la moda vuelve la vista atrás y reconoce en el mundo rural una fuente de inspiración. Lo que antes era "ropa de andar por casa" ahora es un símbolo de estilo y orgullo cultural.

Aunque habrá que ver si esta tendencia logra asentarse en las calles, lo cierto es que ya ha despertado una ola de nostalgia. Seguro que más de una nieta ha llamado a su abuela para pedirle aquel mandilón guardado en el armario con el que alguna vez cocinaron juntas unas filloas o un cocido, con el que vieron alguna serie de dibujos en el sofá o, incluso, con el que dieron algún paseo por los alrededores de la casa.

Tal vez esa sea la magia de esta tendencia: recordar que lo verdaderamente valioso no pasa de moda. Y que nuestras abuelas, sin saberlo, fueron pioneras en esta nueva tendencia que hoy triunfa en la Semana de la Moda de París de la mano de Miu Miu.