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En A Coruña hay sabores que van más allá del paladar. Son recuerdos, costumbres y momentos compartidos. Uno de ellos tiene nombre propio: El Tequeño. Y aunque hoy todos lo ubican en plena plaza de María Pita, su historia empezó mucho antes y a unos cuantos pasos de allí, en la calle de la Franja.

Fue en 1986 cuando Flor, llegada desde Venezuela, trajo consigo una receta que marcaría generaciones: los tequeños. Su pareja, Ángel, o como todos lo conocen, Lito, confió en ella y en ese manjar relleno de queso, sin imaginar que los coruñeses se volverían locos por él. En aquel entonces, el gallego trabajaba en un pequeño local de la calle de la Franja llamado 'La Viña', pero después de incluir el plato venezolano a la carta, la gente empezó a referirse a este como "el sitio de los tequeños".

En 1996 dieron el salto a la plaza de María Pita, y desde entonces se convirtió en una parada obligatoria en los paseos de muchos niños. Algunos todavía recuerdan su infancia correteando por la plaza con uno de esos palitos de queso humeantes, recién salidos de la freidora.