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El Sieiro es de esos bares de  A Coruña que crecieron con el Deportivo. La madre de Fidel y Alex abrió el negocio en el 91. Se trataba de un ultramarinos que daba a la calle paralela a Manuel Murguía, en la calle del Reverendo Padre José Álvarez Cabezas. No fue hasta el 98 cuando ampliaron el local hacia el otro lado del edificio e incluyeron una barra y unas cuatro mesas.

A los dos años de abrir la pequeña jamonería, el Dépor ganó La Liga. "Vivimos la mejor época del Súper Dépor, el concierto de los mil años...", cuenta Alex. En 2014, el local de al lado se quedó vacío. "Nos cayó de casualidad. El dueño nos lo ofreció después de que intentaran robar", explica.

Fue ahí cuando dieron el gran salto y pasaron de una pequeña tienda con una barra y unas cuantas mesas, a lo que son ahora. Padre e hijos mantienen a flote el negocio que un día creó su madre. "No nos planteamos deshacernos de la tienda, fue lo primero que fundó mamá", explica Alex, el pequeño de los hermanos. De hecho, mantienen los mismos azulejos con los que comenzó.