En el corazón de la Costa da Morte, Fisterra se destaca por ser el punto más occidental de la Península ibérica y un lugar de gran misticismo y belleza natural, conocido por el famoso cabo que marca el Finis Terrae; es decir, el fin del mundo conocido en la Antigua Roma.
Más allá de su emblemático cabo, imán que atrae a viajeros de todo el mundo, Fisterra ofrece una excelente gastronomía marcada por la frescura de sus pescados y mariscos, así como rincones llenos de encanto, entre los que destaca el Castillo de San Carlos.
Un destino único en el corazón de la Costa da Morte
Condé Nast Traveler ha hecho un listado con los 10 mejores pueblos de la costa de Galicia, destacando Fisterra como parada obligatoria en A Coruña. "Ubicado frente al Atlántico, es un municipio legendario para los gallegos, sobre todo, para aquellas familias que se han dedicado al mar", dicen desde la revista.
Fisterra es el típico pueblo marinero gallego de casas tradicionales y rincones mágicos como la praza de Ara Solis y la Capilla del Buen Suceso, de estilo barroco y construida en el siglo XVIII. También merece una visita el Puerto, uno de los más importantes de Galicia.
Pulpo á feira
En este contexto, el pulpo se erige como el producto estrella de Fisterra, con la rúa Real como epicentro gastronómico gracias a sus numerosos bares y restaurantes donde degustar un tradicional plato de pulpo á feira u otras delicias como zamburiñas a la plancha o mejillones al vapor.
En las afueras de Fisterra, de camino al faro del mismo nombre, uno de sus principales monumentos turísticos, encontramos la iglesia de Santa María das Areas. La revista Condé Nast Traveler menciona el templo por ser punto de recepción de miles de peregrinos que acuden para rendir adoración tras visitar la tumba del Apóstol Santiago en Compostela.
Playa de O Rostro
Si el tiempo acompaña y buscas una playa donde refrescarte, las playas de Rostro y Langosteira son todo un acierto. Para los que busquen un arenal más tranquilo, Mar de Fóra es solitaria y recogida, aunque tiene fuerte oleaje y viento, por lo que hay que extremar las precauciones.
Aunque no lo menciona Condé Nast Traveler, Fisterra también destaca por sus múltiples miradores. El Mirador del Talón es el primero que encontramos a la llegada de la villa, mientras que el Mirador de Corbeiro está muy cerca del Castillo de San Carlos, mirando hacia el Monte Pindo.
Y para concluir, Fisterra se ubica en un enclave privilegiado que permite completar la ruta por la Costa da Morte con visitas a lugares únicos, como la Fervenza do Ézaro, la única cascada de Europa que desemboca en el mar, o la espectacular playa de Carnota, la más extensa de Galicia, con 7 kilómetros de longitud.
