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La costa de A Coruña, bañada por las aguas bravas del Atlántico, ha sido testigo de innumerables historias de marineros, barcos perdidos y naufragios a lo largo de los siglos. En este contexto se encuentran pequeños pueblos que, más allá de sus tradiciones pesqueras, son rincones de gran belleza. Hoy, nos sumergimos en uno de estos lugares caracterizado por sus casas que miran al mar y por su tradición del encaje de bolillos. 

Además de guardar relatos del pasado basados en las tragedias acontecidas en sus aguas, este pueblo cuenta con una belleza natural que enamora a todo aquel que lo visita. Entre sus paisajes verdes, sus miradores con vistas al Atlántico y sus increíbles playas vírgenes, Camariñas (A Coruña) es una escapada perfecta que no puedes perderte. 

O encaixe de Camariñas

Palilleira haciendo encaje. Istock

En este rincón de la Costa da Morte el arte del encaje de bolillos es mucho más que una tradición: es un símbolo de identidad que se ha transmitido de generación en generación. Las mujeres de Camariñas, conocidas como palilleiras, dedican horas a entrelazar hilos sobre almohadas, creando diseños únicos que dan lugar a piezas únicas de gran belleza. Esta tradición, que nació gracias a los intercambios comerciales con los puertos de Flandes en el siglo XVI, ha evolucionado con el tiempo, convirtiéndose en una auténtica seña de identidad de la región.

La historia del encaje de bolillos en la zona resulta de lo más interesante. En el siglo XVII, la llegada de mujeres flamencas a la región, tras las guerras en Flandes, trajo consigo nuevas técnicas que se adaptaron a las costumbres locales. A lo largo del siglo XVIII, el encaje alcanzó su máximo esplendor, siendo una moda apreciada por la nobleza, quienes lo utilizaban para adornar manteles, sábanas y, especialmente, trajes de boda. Esta actividad se mantenía viva en las palilladas, encuentros en los que las artesanas se reunían para trabajar al aire libre.

Encaixe de Camariñas (A Coruña) turismo.gal

A pesar de los altibajos históricos, el encaje de bolillos de esta región nunca desapareció. Aunque en el siglo XIX y principios del XX la exportación a América se vio afectada por los conflictos bélicos, a partir de la postguerra la actividad resurgió con más fuerza. Hoy en día, o encaixe de Camariñas se encuentra totalmente en auge. Una prueba de ello es 'A Mostra do Encaixe de Camariñas', celebrada cada Semana Santa desde 1991, evento clave donde se celebra esta tradición, y en el que miles de interesados acuden para ver el trabajo resultante de la labor de las palilleiras. 

Testigo de múltiples naufragios

Interior del Cementerio de los Ingleses, Camariñas Shutterstock

Bajo las aguas de la costa gallega se esconde una gran riqueza arqueológica, con más de 1.500 naufragios identificados en las últimas décadas. Esta zona, debido a su ubicación geográfica y condiciones climáticas adversas, se ha convertido en una de las regiones con más naufragios de Europa y el mundo.

Uno de los lugares más emblemáticos es el Cementerio de los Ingleses, en la costa de Camariñas, entre las puntas de O Boi y A Cagada. Este sitio ha sido testigo de hasta ocho naufragios, que dejaron más de 245 víctimas  en el Atlántico. Si bien varios hundimientos ocurrieron a lo largo de los siglos, fueron tres naufragios a finales del siglo XIX los que marcaron la historia de este lugar: el Iris Hull (1883), el Serpent (1890) y el Trinacria (1893)

Homenaje en el Cementerio de los Ingleses Turismo de Camariñas

El más significativo fue el del Serpent, ocurrido la noche del 10 de noviembre de 1890. Este acorazado británico, que había partido de Plymouth con destino a Sierra Leona, chocó contra las rocas de Punta do Boi, debido a la falta de visibilidad y las difíciles condiciones meteorológicas. La tragedia costó muchas vidas y dejó una profunda huella en la historia de la Costa da Morte.