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En Galicia tenemos todo lo que un viajero busca: bonitos paisajes, monumentos históricos de gran relevancia y platos típicos deliciosos como el lacón con grelos o la tortilla de Betanzos. Estamos ante una región única e incomparable, si bien para los curiosos que quieran conocer otros lugares interesantes más allá de nuestras fronteras, en este artículo te desvelamos cuatro pueblos cerca de Galicia que merecen un viaje.

¿Qué municipios puedo visitar cerca de Galicia? Te estarás preguntando. En función de lo que busques podemos sugerirte desde históricos enclaves del país vecino Portugal hasta mágicos rincones de Asturias. Si lo que buscas es empaparte de historia y comer bien, las provincias de Zamora y León pueden ser una excelente opción para una escapada de fin de semana. A continuación te mostramos cuatro municipios que te enamorarán a simple vista. ¡Comenzamos!

1. Taramundi (Asturias)

Sendero en Taramundi Shutterstock

Si hay un pueblo asturiano que merece la pena visitar al menos una vez en la vida es Taramundi. Está muy cerca de Galicia, justo en la frontera, y es un lugar perfecto para los que busquen un destino de montaña. Situado en un privilegiado enclave, Taramundi combina turismo de aventura con la oferta de rutas senderistas, sin olvidarnos del patrimonio de lugar, con varios museos como Manzovo, el mayor museo de molinos de España.

Para descubrir Taramundi y sus alrededores existen seis rutas de senderismo difrentes, si bien las más populares son la Ruta del Agua, de 14 kilómetros de recorrido, y la Ruta de los Ferreiros, de 8 kilómetros. La primera pasar por el ya citado conjunto de Manzonovo, incluyendo el trayecto otras atracciones como el Museo Etnográfico de Esquíos, la aldea de Veigas o el Conjunto Etnográfico de Teixois, que muestra cómo era la vida rural de hace dos siglos.

Se cree que los orígenes de la vida humana de esta localidad, elegida en 1984 como el Primer Núcleo de Turismo Rural de España, vienen del periodo Epipaleolítico (de 13.000 a.C. al 10.000 a.C). Así lo demuestran los restos ancestrales de unas necrópolis tumulares encontradas en las faldas de la Sierra de Ouroso y los montes de Pereira y Navallo. También se cree que estuvo poblada por los egobarros, una tribu galaica de la que se encontraron restos arqueológicos en forma de medallas de bronce. 

Taramundi es un municipio repleto de encanto donde se habla el eonaviego, lengua de transición entre el asturiano y el gallego. Más allá de sus espectaculares paisajes, Taramundi es un lugar para empaparse de historia, con cinco edificios de interés cultural, entre los que destacan el Museo dos Muíños do Mazonovo, el Centro de Artesanía de Bres, el Museo Etnográfico de Esquíos, la Casa de las Aguas, el Museo del Telar o el propio conjunto etnográfico de la aldea de Texiois, que data del siglo XVIII. 

2. Puebla de Sabria (Zamora)

Calles empedradas de Puebla de Sanabria, Zamora. iStock

Nos desplazamos hasta Zamora para hablar de uno de los pueblos más bonitos de España: Puebla de Sanabria. La villa está coronada por un castillo del siglo XV que, además de ser el hogar de importantes nobles de la antigua Castilla, fue el centro conflictos con Portugal y Francia durante la Guerra de Independencia. Tiempo atrás también fue usado como cárcel y hoy en día alberga la Casa de la Cultura y la Biblioteca Municipal.

Otra parada imprescindible es el Parque Natural del Lago de Sanabria y Alrededores, uno de los pocos glaciares que se conservan en España y en Europa. La leyenda cuenta que bajo sus aguas existe un pueblo, Valverde de Lucerna, que en la noche de San Juan deja oír el replique de campanas de su iglesia. Como dato curioso, en esta balsa de agua se pueden practicar numerosos deportes acuáticos durante el verano.

Este bonito pueblo zamorano de 1.500 habitantes cuenta con otros grandes atractivos como el Museo de Gigantes y Cabezudos, que data del año 1848, y el Paseo Fluvial del río Tera. El casco histórico es precioso y conserva la arquitectura típica tradicional, con balcones repletos de flores y balsones nobiliarios. En el paseo también aconsejamos parar para probar la sopa castellana o los habones en la Posada de Puebla de Sanabria.

3. Peñalba de Santiago (León)

Shutterstock Peñalba de Santiago

El Bierzo alberga uno de los rincones más bonitos de León. Se trata de Peñalba de Santiago, una localidad situada en una posición geográfica bastante aislada, centro de la tradición religiosa del lugar, a poca distancia del Monasterio de San Pedro, refugio de los religiosos más ermitaños. A 1.100 metros de altitud, junto al valle del Silencio, esta pequeña villa medieval destaca por ser Bien de Interés Cultural (BIC) y uno de los pueblos más bonitos de España.

Peñalba de Santiago es un museo al aire libre, con casas con tejados de pizarra y muros de caliza y mármol. El callejero también incluye una iglesia mozárabe, cuyos orígenes se remontan al siglo X, concretamente, al reinado de Ramiro II. El templo posee tres reliquias: la cruz de Peñalba, símbolo de la comarca del Bierzo; el cáliz y patena de Santiago de Peñalba, mandados a elaborar por el abad Pelayo a mediados del siglo XII, y los bolos de San Genadio, cuatro piezas de ajedrez del siglo IX.

Si buscas un destino donde desconectar y recargar energías, Peñalba de Santiago es un lugar ideal para una escapada de fin de semana. Tendrás la opción de explorar otros puntos de interés de El Bierzo como Molinaseca o Carracedo de Compludo. Los gallegos también somos mayoría en los visitantes a la localidad y a Ponferrada en concreto.

4. Viana do Castelo (Portugal)

Basílica de Santa Lucía, Viana do Castelo Shutterstock

Portugal es otro de los destinos habituales para los gallegos. Bragança, Vila Nova de Cerveira y Valença do Minho son parada obligatoria en el país vecino, si bien la gran sorpresa (desconocida para muchos) es Viana do Castelo. Muy cerca de la frontera con Galicia, a poco más de 50 kilómetros, esta bonita ciudad es ideal para pasar un fin de semana en familia o con amigos.

Ofrece al visitante incontables atractivos, casi todos ellos vinculados al mar, pues Viana do Castelo fue uno de los puertos portugueses más importantes de la pesca del bacalao en el siglo XX. Situada a la ribera del río Lima y formando parte de la Región do Minho, la villa tiene varios museos de interés como el Museo de Artes Decorativas, el Museo del Traje, el Museo del Chocolate y el Buque-Hospital Gil Eannes, anclado en el puerto.

El Castelo de Santiago da Barra, del siglo XVI, y el Santuario de Santa Luzia, en el monte homónimo, a 228 metros de altura, merecen una visita. Para llegar hasta el templo, que ofrece una de las mejores vistas panorámicas a la ciudad y a la costa, puedes hacerlo en coche, caminando por zona escalonada o en funicular desde la ciudad, que se toma justo al lado de la estación de tren.

La Praia do Cabedelo y la Praia de Afife son un complemento perfecto para refrescarse en verano y para pasear en invierno. Otro lugar curioso y muy fotogénico son los Moinhos de Montedor, un conjunto de molinos de viento construidos en piedra. Por supuesto, no olvide saborear un buen en bacalao en cualquiera de sus variantes, el pescado estrella de Viana.